En Colorado, Estados Unidos, la aparición de unos curiosos, y para muchos, inquietantes, conejos Frankenstein ha puesto en alerta a la comunidad. Estos animales, vistos con extraños crecimientos que parecen cuernos o tentáculos, han despertado tanto preocupación como fascinación entre residentes y visitantes.
Aunque su aspecto podría parecer salido de una película de terror, detrás de esta inusual transformación hay una explicación científica que las autoridades ya investigan. Lo que han descubierto no solo aclara el origen de estos cambios, sino que también plantea preguntas sobre su impacto en la fauna local.
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Conejos Frankenstein alarman a los pobladores de EE.UU.
En los últimos días, una curiosa pero inquietante noticia ha circulado desde Colorado, Estados Unidos: la aparición de los llamados conejos Frankenstein. ¿Qué rayos es eso? Estos animales, que pertenecen a la especie de conejo cola de algodón, han sido vistos con extrañas protuberancias en sus cabezas.
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Los conejos Frankenstein fueron reportados por residentes y visitantes de Colorado, quienes alertaron a las autoridades de Parques y Vida Silvestre tras ver a varios ejemplares con protuberancias negras y alargadas en la cabeza.
Estos crecimientos, que en ocasiones parecen cuernos, son consecuencia de un virus y han provocado un ambiente de inquietud entre la población. Aunque no representan peligro para las personas, la inusual apariencia de los animales ha generado temor y especulación sobre su origen.
Cuál es la enfermedad que provoca que les salgan “tentáculos”
La extraña apariencia de los conejos Frankenstein se debe al virus del papiloma de conejo, una infección que causa crecimientos queratinosos en la piel, principalmente alrededor de la cabeza.
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Estos bultos o “tentáculos” pueden variar en tamaño y forma y aunque en la mayoría de los casos desaparecen con el tiempo, pueden interferir con funciones vitales si obstruyen la visión o la boca.
El virus se transmite por contacto directo entre animales, ya sea durante peleas, el apareamiento o incluso por contacto entre ejemplares domésticos y silvestres.