El Zoológico de Chapultepec en la Ciudad de México alberga una historia de conservación que ha durado décadas, una historia marcada por la presencia de una de las especies más queridas del planeta: el panda gigante. Desde 1975, cuando una pareja de pandas llegó como obsequio de China, México se convirtió en pionero en el éxito reproductivo de estos animales fuera de su país de origen. Esta dulce dinastía capturó el corazón de la nación, y ahora, toda la atención se centra en su última descendiente: Xin Xin.
Esta matriarca peluda, hoy, a sus 35 años, representa el final de una era. Su longevidad es un testimonio de los excepcionales cuidados que ha recibido en México, superando con creces la esperanza de vida de sus parientes en estado silvestre. Sin embargo, su avanzada edad trae consigo la inevitable reflexión sobre su legado y el vacío que dejará. Los mexicanos se preparan para decir adiós a un símbolo nacional y a una conexión única con esta maravillosa especie.
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Así vive Xin Xin, la última panda de Chapultepec
A sus 35 años, Xin Xin es considerada una de las pandas más longevas del mundo, superando la edad de sus padres y abuelos. Su vida es un ejemplo de cuidado geriátrico especializado, durmiendo unas 15 horas al día en un recinto climatizado a 17 grados centígrados.

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Sus días inician después de las 8 de la mañana con una mezcla nutritiva de croquetas, arroz, zanahorias y manzanas, complementada con su alimento principal, el cual es alrededor de 13 kilos de bambú maduro.
Su cuidador, Joel Frías Manríquez, quien la acompaña desde hace más de dos décadas, monitorea su respiración con una linterna cada mañana y ha desarrollado un vínculo tan estrecho que puede anticipar sus necesidades, sabiendo cuándo su nerviosismo por caminar y levantarse es una señal de que tiene hambre.
A pesar de un leve desgaste articular y dental, común en pandas adultos, las autoridades del zoológico aseguran que su estado de salud general es excelente, un logro de los programas de conservación mexicanos.
¿Por qué Xin Xin es la única panda que no pertenece a China?
A diferencia de la mayoría de los pandas en zoológicos fuera de Asia, que son propiedad del gobierno chino y se encuentran en un acuerdo de préstamo costoso (alrededor de un millón de dólares anuales), Xin Xin es propiedad de México.
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Este estatus único se remonta al éxito histórico del Zoológico de Chapultepec en el nacimiento de pandas gigantes en cautiverio durante la década de 1980. Chapultepec fue el primer centro fuera de China en lograr esta hazaña. Gracias a este éxito reproductivo temprano, los ejemplares nacidos en México fueron eximidos de las estrictas regulaciones de propiedad chinas que se implementaron después.
Hoy en día, Xin Xin es la última descendiente de esta dinastía mexicana y su existencia simboliza una de las pocas excepciones globales en la tenencia de pandas gigantes, junto con el zoológico de Taiwán.
Mientras la última panda de México vive sus años dorados, la gente se prepara emocionalmente para un vacío. En palabras de sus admiradores, será “una pérdida muy grande para la nación”.
Actualmente, las autoridades mexicanas ya están en conversaciones con China para evaluar la posibilidad de un nuevo acuerdo. Sin embargo, por ahora, el foco sigue siendo honrar y cuidar a Xin Xin, un símbolo viviente de la conservación y del amor incondicional de México por su querida embajadora bicolor.