Opinión

A la altura de nuestros tiempos: tecnología y derecho

miércoles, 1 de julio de 2020 · 11:53

Por Diego Sánchez Labrador
Twitter: @diegosanlab

Abundantes, diversos y difíciles en su mayoría, han sido los acontecimientos coyunturales globales y nacionales desde inicios del presente año, provocados principalmente por la naturaleza y la torpeza característica de nuestra especie. De improvisto, el mundo cambio de piel y con ello todos aquellos que desempeñamos alguna actividad -en el mundo- debemos de saber adaptarnos y con miras de futuro, transformar nuestras cotidianidades. A esto, por supuesto que una profesión de importancia fundamental para la sociedad, como es la abogacía no debe ser ajena, si no, protagonista en la adaptación y el progreso.  

Anquilosado, por viejos intereses y comodidades, el mundo del ejercicio privado del derecho en nuestro país, debe de entender como una oportunidad franca para la modernización de nuestra profesión la situación actual, paradójicamente, el confinamiento pone a relucir la necesidad de encontrar la forma de practicar el derecho con mucha mayor cercanía y prontitud, sobretodo, para aprovechar espacios de oportunidad para la eficiencia en detrimento de la burocratización a la cual hemos sometido, por practicas de mercado, a nuestra profesión de manera innecesaria y muchas veces con el único objetivo de agregar valor económico a nuestra practica.  

En este sentido, la oportunidad para los abogados es tan grande como la necesidad existente, aparejado a lo anterior, también hay que considerar la gran responsabilidad que conlleva la obligación de dar viabilidad y certeza jurídica a las nuevas formas de convivencia en sociedad de el nuevo orden. Y para hacer esto, los abogados debemos de hacernos de herramientas que nos lo permitan, es decir, de una vez por todas, permitir el acceso a nuestra practica del ingenio humano traducido en tecnología.  

Históricamente, la invención tecnológica no ha encontrado tierra fértil en el mundo del derecho, es cierto, que ha habido avances y que existen tendencias de inversión en el desarrollo de tecnología legal en algunas partes del mundo, mas, sin embargo, basta con estar un poco familiarizado con el ejercicio privado del derecho para darnos cuenta de que su uso es casi nulo.  

Oportuno, por estas razones, es que los abogados mexicanos nos pongamos al servicio de la sociedad y de nuestros clientes para encontrar o crear, estas herramientas que permitan a nuestra profesión estar a la altura de nuestros tiempos. Empezando desde lo más sencillo, y sin miedo a atender lo mas complejo, desde la erradicación de la firma autógrafa hasta la asesoría automatizada para resolución de conflictos laborales, por poner algunos ejemplos.  

Se pregona una nueva época para el abogado moderno, el gran escenario es el mundo digital y quienes deben de resultar ganadores son nuestros clientes y la sociedad toda, al final, los abogados no somos más que garantes de la convivencia en la misma.  

 

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