El apoyo al empleo que México necesita después del Covid-19

Sobre la mesa

Twitter: @gerardohdz_p

El Covid-19 ha puesto en el foco de la sociedad el tema laboral como nunca antes. La mayoría de las dudas de las personas tiene que ver con el mercado de trabajo mexicano y esto es por una razón: el empleo se relaciona estrechamente con el ingreso que permite a las personas vivir.

Una de las claves para que las cosas regresen a la normalidad será el apoyo al empleo, un apoyo urgente si consideramos que tan sólo el mes pasado, el Covid-19 le pasó factura al empleo formal, se destruyeron 555,247 plazas.

Sin duda, el Covid-19 evidenció la vulnerabilidad de nuestro mercado laboral, pero también nos invita a reflexionar en lo que se puede hacer para garantizar el trabajo digno en México.

En primer lugar, hay que entender que esos 555 mil 247 de empleos perdidos se traduce en el mismo número de personas que se quedaron sin chamba. En pocas palabras, poco más de medio millón de personas ya no tiene un ingreso para tener comida en su mesa.

Te podría interesar: Contra el COVID-19 sin condiciones laborales

Sin embargo, la cifra sólo es una parte de la realidad, sólo refleja la situación de la formalidad, pero no sabemos con certeza cuántos trabajos han desaparecido en la informalidad.

Es increíble, pero México no tiene un seguro de desempleo, una prestación que podría haber aminorado el impacto en el bolsillo de las personas que perdieron su trabajo.

En pleno 2020, en nuestro país el seguro de desempleo se sigue viendo más como un programa de asistencia social que como un derecho que debería tener cualquier trabajador, sin importar su condición. México requiere con urgencia un seguro de desempleo, con reglas claras y un monto que garantice al menos lo básico durante el tiempo que la persona se encuentra en la búsqueda de una nueva oportunidad laboral, esta es una de las reflexiones que nos ha dejado el Covid-19.

Hay iniciativas que buscan indexar el seguro de desempleo al paquete de servicios del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) al que tienen acceso los trabajadores, el problema es que no contemplan el subregistro en la institución. Es decir, los trabajadores que están registrados con un sueldo más bajo al que perciben realmente.

Por ello, no es viable ligar el seguro de desempleo al salario registrado ante el IMSS, al menos no, mientras no se logre terminar con el subregistro. Por otra parte, el seguro de desempleo no sólo debe estar dirigido al trabajo formal, sino incluir a los trabajadores que se encuentran en la informalidad y que también sufren cuando no hay chamba.

Otra gran reflexión que nos ha dejado el Covid-19 sobre los puntos a mejorar en nuestro mercado laboral es la seguridad social universal.

El Covid-19 nos recordó que tenemos más de 16 millones de trabajadores subordinados (con un patrón) sin acceso a una institución de salud como prestación, a pesar de que es una obligación patronal establecida en la Ley Federal del Trabajo (LFT).

Continúa leyendo: Así puedes tramitar el seguro de desempleo en CDMX

¿Por qué no tenemos un servicio de salud de primer mundo para los trabajadores?

El problema son dos: el primero y quizá más grave es el subregistro, eso significa que muchos de los beneficiarios del IMSS no pagan lo que deberían pagar realmente, no porque no quieran, sino por una mala práctica patronal. El segundo, nuestro país tiene 31 millones de trabajadores informales, los cuales ni siquiera pagan una cuota al Seguro Social y están desprotegidos en materia de salud como parte de su actividad laboral.

Nuestro país requiere transitar a un esquema en el que la seguridad social sea un derecho para todos los trabajadores, que no discrimine entre formales e informales. Aunque ello implica que, todos paguemos lo justo para tener un sistema de salud sólido.

Después del Covid-19 debemos aspirar a tener un mercado laboral fortalecido, un empleo más digno para los trabajadores y mecanismos de protección más sólidos para la fuerza laboral mexicana.