Uso pediátrico de cannabis: El juego que no divierte

miércoles, 29 de abril de 2020 · 02:21
Twitter: @PaolaRodc31 Cuando hablamos del uso de cannabis como una alternativa en adultos, invade por su contexto, una serie de dudas, temores y hasta prejuicios que hacen de ello, una decisión difícil. Si de por si, este sentimiento de incertidumbre se presenta en una persona con libre albedrio y la madurez suficiente para decidir sobre su cuerpo, el contemplar la posibilidad de tratar la enfermedad o los síntomas de algún padecimiento en un menor, es manifiesto en mayor medida, sobre todo si no se cuenta con la información adecuada respecto al tema. El uso del cannabis en el tratamiento de enfermedades y trastornos mentales en niños es relativamente reciente, y a diferencia de los tratamientos utilizados en adultos, la Asociación Americana de Pediatría ha emitido recomendación acerca de que el tratamiento con marihuana se limite exclusivamente a los niños que tengan enfermedades limitantes o que amenacen su vida y para las cuales no exista otra terapia exitosa. Podrías leer: Cannabis: Senado aprueba el uso lúdico de la mariguana Aunque, dadas las prohibiciones y limitantes de índole legal, en diferentes países se ha retrasado la regulación del uso de cannabis con fines medicinales y en lo recreativo, las investigaciones a nivel mundial de sus propiedades han comprobado su utilidad y eficacia en el tratamiento infantil de enfermedades como la epilepsia, desordenes de ansiedad, autismo y síndrome de Taurette. Son vastas las organizaciones no gubernamentales que apoyan la causa de padres que reclaman la legalización, el autocultivo y la producción de la planta con fines medicinales como alternativa para terminar con el sufrimiento de sus hijos. Podría interesarte: Cannabis 2020. Estabilización y legalización En el ámbito legal existen dos precedentes de trascendencia respecto del uso de cannabis medicinal en niños. En 2015, el Juez tercero de Distrito en Materia Administrativa concedió un amparo, a efecto de que los padres de Graciela Elizalde, pequeña de ocho años cuyo padecimiento le resultaba incapacitante y le provocaba convulsiones epilépticas, pudieran importar el medicamento derivado de cannabis para su tratamiento. Cuatro años después, en 2019, por unanimidad los Ministros de la Segunda Sala de la SCJN, resolvió en el caso de Carlos, un niño con Síndrome de West; que la Secretaría de Salud debía cumplir con el deber legal de armonizar las disposiciones de uso terapéutico de cannabis y como segundo punto garantizar al quejoso el tratamiento integral para su padecimiento. Me permito citar a Fernando Belaunzarán, integrante de la DN del PRD, que en el año 2015 declaró:
“El caso de Grace prueba los beneficios de la planta. No es inofensiva pero tiene beneficios medicinales, prohibirla es oscurantismo”.
Han transcurrido cinco años desde la sentencia de Grace, hace un año otro caso de un menor, abrió la puerta para la Regulación en México, sin embargo hasta el momento no ha sido acatado el resolutivo. La vida no espera, no se para el reloj aguardando una alternativa para aquel menor que sufre y sigue siendo víctima del prejuicio de una sociedad que sataniza otorgando la etiqueta de droga a una planta y se niega a conocer y disponer de sus propiedades. Continúa leyendo: Consumir marihuana te hace mas vulnerable al coronavirus

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