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Uno de los puntos principales del Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) que se destacó en las negociaciones fue el aumento al salario en nuestro país. Por lo que el pasado lunes 16 de diciembre se dio a conocer públicamente el aumento de este concepto del 20%. En cantidades se expresa de 102.69 pesos al día a 123.22 pesos. Sin duda, esto es muy significativo para el ámbito laboral.

 ¿Qué derivó el aumento salarial en un 20% en nuestro país?

De acuerdo con el T-MEC se acordó mejorar las condiciones laborales de los tres países para que la economía creciera adecuada, es decir, las inversiones que se realicen en el futuro quedarían protegidas con expectativas de “excelentes resultados” productivos.

Durante el estudio de este tratado comercial se identificó un grave problema en México, el cual consistía en que no tenía condiciones laborales adecuadas al nuevo esquema económico que plantea el T-MEC. Por lo que exponía gravemente las inversiones nacionales y extranjeras. No existía en ese momento la garantía de que se obtendrían ganancias.

Por tal razón, Estados Unidos y Canadá solicitaron al gobierno mexicano mejorar las condiciones laborales (aumento salarial) que permitiera mejorar las condiciones económicas de los trabajadores y del país.

¿En términos reales qué significado tiene el aumento salarial?

En teoría representa un aumento a la percepción económica de los trabajadores. Sin embargo, no hay que perder de vista la parte práctica. Se puede obtener un aumento en el ingreso por el pago de las jornadas laborales, pero jurídicamente ¿si un trabajador que gana 10 mil pesos mensuales verá reflejado el aumento del salario? el trabajador percibe más del salario mínimo.

En este caso, quienes si tendrán “beneficio” sería en aquellos trabajadores que su percepción es mínima y se ajusta a los sueldos mínimos, o en su caso, para los jubilados y pensionados, quienes obtendrían un aumento por este nuevo esquema económico.

Por otro lado, el poder adquisitivo de las familias mexicanas será positivo siempre y cuando se cuide que la inflación no afecte la economía familiar. Pero esto parece ser que se obtendrán resultados que se esperaban hace muchos años.

En artículos pasados mencioné sobre estos temas “mayor poder adquisitivo para las familias mexicanas”. En lo particular considero que es extraordinario, ya que en ese momento y ahora expreso que, para lograr reactivar la economía es importante el poder adquisitivo de los trabajadores para consumir, con moderación y en mayor porcentaje, productos 100 % mexicanos que genere activos circulantes para beneficio de la economía nacional.

Reflexión

Nuestro país debe prepararse para cultivar y practicar la cultura financiera que dé pie a mejorar las condiciones económicas de la sociedad en general. Comprar productos mexicanos es una de las formas de apoyar a la economía nacional para su crecimiento, desarrollo y fortalecimiento.

Esto es responsabilidad del Estado. Me refiero a gobiernos, ciudadanos, trabajadores y empresarios. Los factores de la producción no son enemigos, sino aliados que tienen objetivos que convergen en sentidos amplios. Si se trabaja con armonía, igualdad y equidad; voy a pecar de optimista, pero podríamos llegar a ser una gran potencia mundial. Con voluntad y disciplina se llega al éxito.