El uso de la keratina, especialmente la llamada “brasileña”, se ha vuelto cada vez más popular por su promesa de dejar el cabello liso, sin frizz y manejable. Sin embargo, recientes casos han encendido las alertas en torno a sus posibles efectos secundarios para la salud.
Aunque en apariencia se trata de un simple tratamiento estético, lo cierto es que detrás de su brillo y suavidad existen componentes químicos que pueden causar muchos daños. ¿Qué se sabe de esto? ¡Te damos los detalles!
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Joven advierte los daños que sufrió por usar keratina en el cabello
Una joven llamada Claire compartió que decidió realizarse la keratina brasileña cada cierto tiempo durante un año. Al principio, todo parecía ir bien: su cabello estaba más liso y manejable. Sin embargo, con el paso de los meses comenzó a experimentar síntomas como dolor abdominal intenso y un cansancio constante que atribuía a su rutina laboral.
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Tras acudir al médico, se le diagnosticó insuficiencia renal, un padecimiento grave e inesperado para alguien de tan solo 27 años. Los especialistas señalaron que la causa estaba directamente vinculada al ácido glioxílico, sustancia presente en este tratamiento y que, al absorberse por la piel, puede generar daños en los riñones.
Qué es lo que ocurre si se usa keratina de forma regular
El principal riesgo del uso frecuente de la keratina brasileña radica en que sus componentes químicos no están diseñados para un contacto prolongado con el cuerpo. El ácido glioxílico, en particular, al penetrar en el cuero cabelludo puede transformarse en ácido oxálico, el cual llega a los riñones y forma cristales que obstruyen su funcionamiento.
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A la larga, esto puede desencadenar insuficiencia renal aguda o crónica, requiriendo incluso tratamientos como la diálisis. Aunque las autoridades sanitarias no han prohibido por completo estos productos, recomiendan limitar su aplicación a no más de dos veces al año y evitar que el producto toque la raíz del cabello.
Aunque los resultados inmediatos de la keratina pueden parecer atractivos, los riesgos asociados a su uso constante no deben tomarse a la ligera. Los expertos alertan que lo que aplicamos en el cabello puede terminar dañando órganos como los riñones. Recuerda: la belleza nunca debe costarnos nuestra salud.