Además de polémica y diversión, en La Granja VIP se viven momentos emotivos y profundos con cada uno de los granjeros, tal como sucedió con Manola Díez en la actividad de la noche del martes.
Ya que la participante abrió su corazón para recordar una de las experiencias más tristes que pasó junto a su hijo Max, quien perdió la vista de un ojo a causa de un accidente mientras se encontraba de vacaciones.
¿Qué le pasó al hijo de Manola Diez?
La noche del martes, 14 de octubre, se realizó una nueva dinámica en La Granja VIP donde los granjeros recordaron algunos momentos clave en su vida y Manola Díez no pudo evitar quebrarse al recordar una de las anécdotas más dolorosas que marcó su vida, la pérdida de la vista de un ojo de su hijo Max.
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Todo sucedió cuando Max tenía seis años y medio y salió de vacaciones a Cancún mientras ella se quedó en la CDMX para concluir las grabaciones de las escenas de una telenovela.
Cuando su hijo intentó abrir una gelatina por su propia cuenta usó un cuchillo de madera con picos y al aplicar fuerza se provocó una herida de gravedad en el ojo.
A pesar de recibir la atención inmediata de los médicos, quienes lograron salvar el globo ocular, el daño fue irreversible ya que el tamaño de la lesión fue profunda y por eso perdió la vista.
La granjera reveló que hizo todo lo posible para mantener la calma al conocer la noticia y al llegar con su hijo mostró una madurez impactante. Pues el joven le relató que se sacó el ojo y se quedó con él en su mano.
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Cómo cambio el accidente la vida de ella y de su hijo
A causa del accidente que le quitó la vista de un ojo a su hijo, Manola Díez tomó la decisión de alejarse temporalmente del medio artístico y dedicó muchos años al cuidado de Max. Ya que se convirtió en su prioridad y no dudó en acompañarlo durante su proceso de adaptación.
Por esa situación la participante de La Granja VIP no pudo evitar romper en llanto junto a sus compañeros y aseguró que detrás de una persona difícil también hay una historia igual de difícil.
“Todos hemos pasado pruebas o dolores y uno se esconde, pones tu cara de mala, pero realmente yo no me considero una persona mala. Yo sé que tengo un noble corazón pero a veces pongo ese enojo porque detrás hay mucho dolor”.
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Así fue como Manola Díez revivió uno de los momentos más difíciles y que marcó por completo su vida así como la de su hijo Max, quien perdió la vista de un ojo a causa de un accidente.