Acto de contrición política

lunes, 13 de abril de 2020 · 08:16

Twitter: @JoseUrquijoR

En la religión católica, el acto de contrición además de ser una oración, al llevarlo a la acción se convierte en un sacramento: el sacramento de la penitencia. Para que exista, los católicos deben cumplir con tres premisas importantes: primero, sentir dolor no sólo por los pecados cometidos, sino por haber ofendido a Dios. Segundo, arrepentirse y prometer no volver a cometer la misma falta; y por último, estar decidido a enmendar su vida para ser mejores cristianos. 

En el acto de contrición los católicos buscan el perdón de Dios a través de un arrepentimiento sincero, en muchas ocasiones, luego de haber sufrido un castigo por la falta cometida. Para que tenga validez, los feligreses que realizan esta oración y sacramento deben estar convencidos de hacerlo por voluntad propia.

En nuestro país hace falta un acto de contrición de la política hacia los ciudadanos, particularmente de los partidos de oposición que antes tuvieron la oportunidad de gobernar y tomar decisiones, y que fallaron u ofendieron a la población con sus acciones y omisiones. 

Con esta metáfora, mi intención no es validar el discurso religioso o moralista que han adoptado el Presidente López Obrador y algunos gobernadores, la analogía que pongo sobre la mesa viene a colación por las reacciones que hemos visto de muchos actores políticos del PAN, PRI, PRD o MC, cuando un ciudadano se dice arrepentido o decepcionado de haber votado por López Obrador. 

A estos políticos se les olvida que muchos ciudadanos encontraron en el discurso de AMLO una alternativa para la deuda política y social que ellos dejaron.

Una gran cantidad de votos que recibieron Andrés Manuel y Morena, fueron producto del coraje y castigo para una forma de gobernar que parecía agotada. También fueron resultado de la ausencia de liderazgos y narrativas que representaran valores similares a los del mexicano promedio. Te puede interesar: Baja aprobación de AMLO, revela encuesta Enkoll

Hoy, luego de 16 meses del gobierno de AMLO, cada vez es más común encontrar voces que muestran decepción y desencanto por las decisiones que ha tomado. El manejo personal que ha dado a la crisis de salud por la pandemia del COVID 19, ha venido a profundizar el descontento hacia su persona. 

También arrastra la incongruencia de solapar y mantener ciertos perfiles en su gabinete, aún y cuando éstos han sido señalados por corrupción o falta de capacidad como en el caso del Director de la CFE Manuel Bartlet. Lo mismo cuando en medio de la crisis de salud, saluda de mano a la mamá del Chapo Guzmán, mientras meses antes se negó a recibir a víctimas de la violencia y el crimen organizado como los Le Barón o el poeta Javier Sicilia Puedes leer: Marcha por la Verdad: esta será la ruta que sigan LeBarón y Sicilia

El malestar y la decepción que se vienen gestando son totalmente legítimos

Los partidos de oposición y sus militantes deben evitar el arrogante “se les dijo”, “se les advirtió”, “no podía saberse”, y antes de juzgar o señalar a los ciudadanos que ejercieron su derecho a votar en libertad , deberían hacer su propio acto de contrición. 

Deberían reconocer los errores del pasado y presentar un arrepentimiento verdadero basado en la defensa de los logros, sí, pero también en el reconocimiento de las ofensas hechas a la población, y sobre todo, por haber traicionado la confianza de los mexicanos y haber profundizado las desigualdades sociales, que fueron la principal bandera de AMLO para arrazar en el 2018.  Te puede interesar: Ricardo Peralta arremete contra la oposición de la 4T

El informe Desigualdad Extrema en México. Concentración del Poder Económico y Político presentado por Oxfam en 2015, reveló que  la desigualdad ha incrementado con el tiempo. “Entre mediados de los 90 y 2010, la desigualdad de ingreso disminuyó. Sin embargo, la desigualdad es mayor a la que había en los 80. Estamos pues, frente a dos eventos contradictorios: ha crecido el ingreso per cápita, pero se han estancado las tazas de pobreza en el país. Lo anterior se produce porque el crecimiento se concentra en las esferas más altas de la distribución”.

En este contexto, donde la desigualdad en el país es tan grande que el 1% de la población posee el 43% de toda la riqueza en México, y donde 38.5% de la población percibe un sueldo que no le alcanza para adquirir la canasta básica, es fundamental reconocer que en el pasado un gran sector de la población fue olvidado y abandonado por las decisiones públicas.  Continúa leyendo: Javier Sicilia asegura que AMLO traicionó al pueblo

Hoy los partidos políticos de oposición tienen la oportunidad de construir  una propuesta alternativa que aglutine a todos los ciudadanos inconformes, decepcionados o desencantados que, por sus decisiones y forma de gobernar, está dejando el lopezobradorismo. 

Todos esos huérfanos que no están en los extremos ideológicos de la izquierda o la derecha, de los liberales o conservadores, hoy por hoy no tienen una voz que les hable más allá de ideologías tradicionales. Ese sector no disminuirá con el paso de los años, por el contrario, incrementará mientras el lopezobradorismo mantenga como prioridad la ideología por encima de las causas. Puedes leer: AMLO vs Cultura y derechos constitucionales