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AMLO fue y vino. Se tuvo un encuentro entre los presidentes de dos terceras partes de los países que participan en el flamante T-MEC. No hubo noticias que dar sobre sucesos espectaculares, ni tampoco ocurrió nada fuera de lo normal.

¿O sí? No hubo ningún roce, es cierto, pero tampoco sucedió nada especial. No encontramos, tras la comida, plática privada, las declaraciones y la cena, ningún anuncio de un compromiso formal de colaboración, una nueva oleada de inversiones, una nueva estrategia conjunta de seguridad o un apoyo claro en favor de los derechos de los migrantes.

En realidad, todo fue un montaje, un escenario, creado por y para el titiritero de la Casa Blanca quien logró lo que quiso mientras nuestro primer mandatario profería vivas a nuestro país que ni eco generaron tras un par de segundos de emitirse.

No hubo conferencia de prensa, ni foro tradicional en la oficina oval, vaya ni siquiera se permitió declaraciones separadas para no entorpecer el desarrollo de la escena tan cuidadosamente montada.

Las ganancias para México se redujeron a que un presidente (como hicieran Miguel Alemán) hablará de las injusticias históricas, sin nombrarlas, y a tres gritos que enfurecen a los demócratas, muy probables ocupantes de esa misma residencia en unos meses y nada más.

No se habló de la separación de familias de mexicanos en jaulas por parte de ICE, tampoco se puntualizó las razones por las cuales Trump decidió visitar los avances del muro infame que está levantando entre ambos países.

En todo el discurso del presidente López Obrador, el cual ya leí tres veces, no se encuentra una sola mención de la defensa de los derechos de los migrantes.

A duras penas los menciona con una frase: Se trata de una comunidad de gente buena y trabajadora que vino a ganarse la vida de manera honrada y que mucho ha aportado al desarrollo de esta gran nación. ¿En qué forma intercedió por los mexicanos o los reivindico como dicen jilgueros oficialistas como el Hispano-mexicano (según dice él) Abraham Mendieta?

Lo más importante que sucedió en la visita fue que mientras uno presidente daba su brazo a torcer ante sus votantes mexico-americanos (ojo, no los mexicanos ni los migrantes) otro pensaba que se insertaba en el concierto internacional como un líder, cuando en realidad solo se constituyó en un muñeco de ventrílocuo que dijo lo halagos y falsedades del tamaño de estoy aquí, para expresar al pueblo de Estados Unidos que su presidente se ha comportado hacia nosotros con gentileza y respeto.

¿De que valen tres “viva México” ante un presidente racista y antimexicano? ¿cómo se puede agradecer la ayuda de un presidente que le miente a la OPEP al decir que ayudara a México a no recortar su producción petrolera o que en menos de 24horas ya usa la visita del mandatario mexicano para su campaña en spots y tuits?

Sin duda, Andrés Manuel es fiel a su estilo de gobierno hasta en el extranjero, le importa más lo simbólico que los resultados.

Esos tres gritos que inflaman de orgullo nacionalista a sus incondicionales suenan a burla cuando pensamos que no trajo ni un dólar para ayudar a la golpeada y desatendida economía nacional o alguna promesa de mejorar los controles de armas que por millones se importan ilegalmente desde el norte del Río Bravo y son las que matan a la mayoría de los miles de asesinados por el crimen organizado cada año.

En el artículo anterior hablábamos del titiritero de Palacio Nacional. En medio de la pandemia el presidente de México decidió que jugaría el juego que el estadounidense marcará y, de esta forma, transformó su papel para transformarse en el muñeco de ventrílocuo de la casa Blanca. En noviembre veremos el costo final de esta decisión, aunque las primeras reacciones ya se ven en la forma de una carta de legisladores demócratas que recriminan duramente la visita y sus significados.

#LaDudaDeHoy

¿Alguien duda que el acto del ventrílocuo fue el telón de inicio para ganar votos por parte de Trump? Solo hay que ver que después de la visita firmó un acta ejecutiva para la conformación de una comisión que lo asesorará para mejorar la condición de los latinos. Cualquiera que crea que un asesor puede influir en míster Trump, el naranja, no sabe quién es Steve Bannon o John Bolton.

#InterpretePolitico

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