Opinión

El titiritero de Palacio Nacional

domingo, 5 de julio de 2020 · 15:37

Twitter: @HigueraB

“La herramienta básica para la manipulación de la realidad es la manipulación de las palabras. Si puedes controlar el significado de las palabras, puedes controlar a las personas que deben usar las palabras”. De esta forma describía Philip K. Dick, la manipulación, como una batalla en la que quien controlaba el discurso, controlaba la realidad.

Esto viene a cuento de los dichos, frases, improperios y medias verdades que el presidente ha proferido, casi cada mañana, desde el púlpito autoerigido de Palacio Nacional. Es cierto que a imagen del presidente como comunicador ha tenido altas y bajas, según quien hable.

Para muchos, Andrés Manuel López Obrador tuvo tiempos mejores, actuando era oposición y no gobierno y su discurso señalaba los errores y abusos de un periodo corrupto. Para otros, se ha vuelto sordo y no escucha ni lo que profiere en sus conferencias declaraciones, las cuales provocan escándalo y airadas respuestas, especialmente en redes sociales. escandalizándose con sus dichos. Un grupo menor tiene la certeza de que el primer mandatario refinando sus habilidades discursivas nos hace ser sus títeres mediáticos al fingir que dice ocurrencias y tonterías desde sus conferencias, cuando en realidad es una acción bastante planeada.

Es algo claro que nuestro presidente es muy hábil e inteligente al momento de debatir y nos manipula constantemente. A todos. Medios, analistas, operadores, oposición y ciudadanos inconformes casi siempre bailamos al son que él toca. Muy pocas voces se separan de esta dinámica, aunque poco a poco vamos aumentando el numero de los que buscamos otra vía para entender nuestro entorno político diario.

La más reciente prueba de esto es su declaración en la que afirmó que estaba buscando la forma de cobrar una cuota a todos aquellos que lo critican en medios porque les pagan para eso. Un comentario que a primera instancia parece acusar de corrupción a los periodistas y medios, buscar coartar la libertad de expresión y acentuar el talante autoritario del primer mandatario.

Sin embargo, si nos detenemos a pensar un segundo, en lugar de responder con la tripa como se hace con tanta frecuencia en estos tiempos, nos podremos percatar de la excelente cortina de humo que decir algo así levanta.

En primer lugar, la Constitución garantiza la libertad de expresión, con límites en el honor y la paz pública, y para aplicar una cuota como la que se comentó en la mañanera se debería cambiar ese pilar de nuestro estado. El presidente domina el Congreso pero no tiene ni de lejos los votos en ambas cámaras para instalar la censura vía CPEUM.

Por otro lado, es cierto que muchos periodistas y medios reciben pagos o comisiones y cambio apoyan proyectos, hacen entrevistas y realizan gacetilla que nunca se mencionan que son patrocinadas. En muchos lados estas actividades se hacen abiertamente y se le llama relaciones públicas, alianzas o trabajo por encargo, así que tampoco debemos tragarnos las vestiduras por cosas que hasta el actual gobierno también hace, claramente.

Lo que debemos hacer es mirar más allá de lo evidente, como diría un clásico animado, y entender las reglas del juego. Olvidemos la declaración escandalosa de la mañanera y sentémonos a reflexionar que ocurre alrededor para que el primer mandatario se aviente una de las suyas y nos llevó a mirar hacia donde él quiere.

Aquí algunas posibilidades:

• El tren maya se encareció 1700 mdp de la noche a la mañana y parece que seguirá la tan mexicana costumbre de aumentar por razones incomprensible su costo, algo que muy probablemente cierra actos de corrupción según la misma costumbre. Y ni mencionar el posible genocidio y daño arqueológico que generara este trenecito fuero.

• Nadie quiere a la vista de nuestro primer mandatario como está planteada excepto en USA, excepto su homólogo. Los grupos chicanos están enojados y el liderazgo demócrata ya dijo que por favor mister AMLO le recuerde a Trump que hasta hace poco lo acusó de racista y anti mexicano.

• Los rumores cada vez más insistentes plantean que el ex canciller Videgaray está colaborando para la visita presidencial, debido a su cercanía con el grupo íntimo de Trump. No parece muy probable, pero vaya usted a saber, todo es posible en la 4t.

• La violencia sigue descontrolada y en aumento. La tozuda realidad se empeña en desmentir las buenas nuevas del “sexto informe" presidencial. Algo que no ocupa el lugar que debería ocupar las 8 un lugar en las portadas de todos los medios.

• 19 meses de gobierno y los niños, y adultos, con cáncer siguen sufriendo desabasto. No se puede agregar nada más.

• La auto nombrada no primera dama opacó el día de la Victoria de su esposo, mostrando que #ConMiNiñoNo pero los demás no importan.

• Siguen las dudas y señalamientos por posibles actos de corrupción provocados por el alto nivel de adjudicaciones directas, algo que se prometió dejar atrás y está de moda en mayor grado que con Peña y compañía.

Covid, economía y desempleo….

Todo esto y mucho más es lo que se podría estar cubriendo con una declaración que no pasa de bravatas provocadora. Eso sí muy buen pensada para que sigamos con los hilos bien amarrados para que sigamos el ritmo obradorista.

Así pues… ¿seguimos hablando de la mañanera?

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