En la gala más reciente de La Casa de los Famosos México, Galilea Montijo apareció con un vestido blanco que capturó todas las miradas. Más allá de la silueta elegante y el diseño impecable, lo que realmente llamó la atención fue el poderoso significado detrás de ese look.
Este atuendo no fue elegido al azar. Cada textura, contraste y línea fueron diseñados para narrar una historia: la de una joven llena de sueños que se convirtió en una de las figuras más queridas de la televisión mexicana. ¿Quieres saber de qué se trata? ¡Te contamos!
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¿Cómo inició Galilea Montijo su carrera en la televisión?
Galilea Montijo comenzó su carrera en 1993, cuando participó y ganó el certamen La Chica TV, un concurso nacional que buscaba a nuevos talentos para la pantalla chica. En ese entonces, era una joven tapatía con gran carisma y una presencia magnética que rápidamente captó la atención del público y los productores.

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Aquel triunfo no solo le dio visibilidad, sino que marcó oficialmente su entrada al mundo del entretenimiento. Desde entonces, su carrera ha estado marcada por una evolución constante: ha sido actriz, conductora, figura de reality shows y un referente indiscutible de la televisión mexicana.
El vestido que marcó un antes y un después en la vida de Galilea Montijo
En su coronación como Chica TV en 1993, Galilea Montijo usó un vestido blanco que, con el paso del tiempo, se convirtió en un símbolo personal de nuevos comienzos. Para la gala más reciente de La Casa de los Famosos México, ese recuerdo fue reinterpretado en un diseño contemporáneo creado por Jessica Marmolejo, una de las diseñadoras de confianza de Gali.
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El nuevo vestido mantiene la esencia del original, pero con una silueta actualizada, materiales de mayor estructura y una estética más refinada. Más que un guiño nostálgico, esta elección fue una manera de reconocer sus inicios y mostrar cómo ha evolucionado tanto en estilo como en trayectoria.
La moda puede ser pasajera, pero cuando se convierte en símbolo, deja huella. Galilea Montijo no solo deslumbró con un vestido blanco en una gala televisiva. También usó ese momento para rendir homenaje a sus raíces y a todo lo que ha logrado desde aquel primer triunfo en 1993.
Con este gesto, nos recuerda que cada etapa de la vida tiene su propio brillo y que mirar al pasado con gratitud también puede ser una forma de seguir avanzando. Porque hay vestidos que no solo visten un cuerpo… visten una historia.