Desde que nacemos, vivimos inmersos en un puñado de letras, palabras y frases que llenan de contenido y dan sentido al mundo que nos rodea. Desde la partida de nacimiento cuando la familia y los padres deciden el nombre del bebe, la grafología tiene un papel fundamental. Expertos de la materia afirman que cuando una persona experimenta un momento de máxima felicidad y alegría, su letra tiende a ser más redondeada, grande y viva, de ahí que el nombre de nacimiento siempre luzca como con energía propia.
Muchas veces se da por hecho que escribir es algo necesario y obligatorio en la vida, como dormir, comer o descansar. Pero, muchas veces se olvida que realmente la escritura es un arte que refleja los sentimientos y emociones más íntimos de quienes escribe. De hecho, los expertos en tipografía, conocidos como grafólogos afirman que analizar la letra, incluso su tamaño o forma puede ayudar a diagnosticar el nivel de salud mental y física de la persona que escribe. Es decir, no solo se trata de saber si eres extrovertido o tímido, sino que la grafología es una herramienta para detectar posibles problemas de salud.
Para muchos expertos, la escritura también es considerada como una muestra de arte y creatividad, donde el individuo deja volar su imaginación. El arte, la imaginación y la escritura y literatura es uno de los sectores que no deja de crecer y expandirse desde los últimos años. Desde el típico blog de historias personales, hasta páginas web de contenido especializado en juegos de casino, azar y apuestas deportivas.
Tipos de tipografía y rasgos de la personalidad
Hay quienes dicen que la escritura es el mayor tesoro del ser humano, porque en ella se esconden los secretos, miedos, inseguridades, alegrías, añoranzas y deseos más ocultos de la persona. Muchas veces tendemos a ocultar sin ningún tipo de intención el estado de ánimo, pero la letra es el espejo del alma del ser humano.
Tal es la importancia de la caligrafía, que en ciertas empresas se analiza la forma de escribir del candidato, e incluso en ocasiones es igual o más importante que la formación y la experiencia del currículum. También por aquello de la importancia de cómo se coge el lápiz.
El arte de la grafología podrías llevar horas, semanas, meses e incluso años de estudio en profundidad. No obstante, como en cualquier puzle u obra de arte hay ciertas metodologías y patrones más visibles que sirven a los expertos para tener una primera idea acerca de cómo es la persona.
Mayúsculas y minúsculas
Aunque desde el colegio los alumnos aprenden el correcto uso de las mayúsculas y las minúsculas, esta es una de las herramientas que mayores resultados dan a los expertos. En el caso de mezclar mayúsculas con minúsculas cuando no conviene, se tiende a decir que esa persona es del perfil “cajero infiel”, como una especia de signo de deslealtad, en este caso a las minúsculas.
En el caso de que se escriban más letras en mayúscula que en minúscula puede significar que la persona necesita más tiempo, en ocasiones se asocia a una especie de pensamiento pausado o poco dinámico, incluso a un nivel bajo de educación o formación. Por el contrario, que en la escritura predominen las letras minúsculas aporta orden y legibilidad. No obstante hay excepciones.
La interpretación de combinar mayúscula y minúscula puede ser infinita, pero los expertos se centran en el sentimiento de agilidad mental, cuando se intercalan mayúsculas para aportar viveza, ímpetu y fuerza, y dificultad para mantener la apariencia de fortaleza, cuando hay minúsculas en un párrafo o contexto donde deberían ir solo mayúsculas.
El signo del rey: la R
La letra “r” por si misma pertenece al grupo de las letras reflejadas y por norma general suele ir en la zona media al escribir cualquier palabra, por lo que se asocia a un sentimiento de afecto y los expertos analizan el nivel de susceptibilidad de la persona en sí.
Esta letra es considerada como el signo del rey en caligrafía porque muestra a los analistas y grafólogos muchas características del individuo. Así, estos analizan la vitalidad, la energía, la fuerza y sobre todo, como canaliza ese potencial cada persona, solo observando cómo escribe la letra “r”.
Personalidades en función de cómo se escribe la letra “r”
Hay muchas variedades pero las más comunes son cuando la “r” minúscula tiene doble ángulo significa que es una persona llena de vitalidad, de entusiasmo, de energía y amor propio. Una persona que se valora por encima de cualquier ser a su alrededor.
Cuando la letra “r” tiene doble bucle, se trata de una persona noble y con bondad. Lo que siempre se ha dicho “tener un corazón que no te cabe en el pecho”. Una persona en quién se puede confiar y que siempre estará dispuesta a escuchar a los demás pese a sus circunstancias personales.
Si la letra “r” puede crear confusión con la vocal “i” los grafólogos interpretan que la mente de quien escribe este tipo de “r” pertenece a la de una persona ágil, rápida, eficaz y muy productiva. De hecho, según varios estudios se cumpliría el patrón de un buen perfil deportivo, que se maneja en cualquier tipo de escenario.
Y respecto a la opción de la “R” los analistas observan principalmente tres posibles variedades. La primera sería cuando la “r” está compuesta por una arcada. Ese tipo de persona que siempre va más allá, y de una idea común propone un plan divertido, diferente, único e inigualable. Su imaginación y creatividad no tiene límites, lo que posiblemente le lleve al éxito.
El segundo tipo de “R” sería el más formal, el estipulado, el de siempre, el de máquina que parece de imprenta. Un tipo de persona sencilla, que sabe simplificar lo que sucede a su alrededor y abordarlo de manera óptima. Y el tercer caso es cuando la “R” es desproporcionada en la parte inferior; una persona objetiva y racional.