¿Te imaginas que te expulsaran de tu escuela solo por festejar tu cumpleaños? Pues eso fue lo que le pasó a Kayla, una adolescente que estaba festejando sus 15 años fuera de su colegio fue expulsada por publicar una foto con un pastel de arcoíris.

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El motivo de su expulsión fue porque celebró su cumpleaños con un pastel y un suéter de arcoíris, violando el código de conducta infantil de su institución.

Todo comenzó cuando su madre le tomó una fotografía en el restaurante donde festejaban y la compartió en redes sociales.

La publicación fue compartida con el personal de la escuela de Kayla, y aparentemente, fue la gota que derramó el vaso, ya que de acuerdo con la filosofía de la institución  representa el orgullo gay.

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De acuerdo a ABC News, el padre de Kayla, Kimberly Alford, recibió un correo electrónico de la Academia Whitefield con la fotografía de su hija en donde le informaban que estaba expulsada.

Pero el colegio informó a través de un comunicado que Kayla no fue expulsada “únicamente por una publicación en las redes sociales”, sino porque había violado su código de conducta estudiantil “numerosas veces en los últimos dos años”.

En el comunicado la escuela explicó que Whitefield Academy es una escuela con base cristiana con una historia de 43 años de educación de los estudiantes en un ambiente de aprendizaje informado por sus valores cristianos.

“Todos los padres que inscriben a sus hijos en nuestra escuela privada saben de antemano que les pedimos a los estudiantes que se adhieran a un estilo de vida informado por nuestras creencias cristianas”, se lee en el texto.

Por último le expresó a su ex alumna que: “Hay numerosas opciones escolares en nuestra comunidad para estudiantes que no desean asistir a una escuela con base cristiana, y deseamos a nuestra ex alumna todo lo mejor, ya que encuentra un ambiente de aprendizaje adecuado para ella”

El padre de la menor no negó que su hija ya había tenido problemas en el colegio, el primero fue porque se rasuró los costados de la cabeza y por tener un cigarro electrónico.

Pese a ello, Kimberly Alford, el padre de Kayla dijo que ya abía presentado una  apelación ante la escuela, pero fue denegada.
Además, añadió que su hija se siente juzgada. 

“Me duele porque no quiero que crezca pensando que algo anda mal con ella”, finalizó.

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