La naturaleza en sí misma es inspiradora, y en ocasiones, una representación de ella sin contexto alguno puede resultar conmovedora y reproducirse miles de veces. Como el video de este pequeño oso que trata de alcanzar a su madre escalando, una y otra vez, una pendiente inclinada, y que para
ViralHog ha significado más de 490 mil reproducciones.
En un principio, para muchos, la escena era una muestra de superación. "¡Qué fortaleza tiene ese oso!", habrán pensado algunos, cuando lo único que demostraba era el lado engañoso de este tipo de grabaciones. Expertos en vida salvaje a la par de los que se conmovieron comenzaron a criticar el video. "El video realmente muestra a una madre oso asustada junto a su cachorro", explicó el investigador Mark Ditmer de la Universidad Estatal de Boise.
"Los osos estaban extremadamente perturbados por lo que definitivamente me parece, basándome en la forma en que se mueve, un dron que captura el video", añadió
https://www.youtube.com/watch?v=2uIRoRij5-4&t=2s
En un hilo en Twitter, el
Dr. Bioblogo explicó las repercusiones que pudo haber tenido el video y criticó la reacción de los internautas. "Pocos se dan cuenta que es un caso de acoso brutal a la fauna que podría haber acabado fatal".
"Nos tragamos la ´bonita historia de superación´ con la que nos están cebando los medios", añadió
https://twitter.com/DrBioblogo/status/1059389053215404034
Sin embargo, en incluso cuando Dr. Bioblogo hace una pequeña observación cuando la osa mira hacia el objeto que los graba, no se sabe a ciencia cierta que se trata de un dron el que los acechaba. En un correro dirigido al tuitero Clayton Tong, un representante de la cuenta de YouTube ViralHog solo señaló que "sí, parece ser un video de drones".
https://twitter.com/ziyatong/status/1058769320887513090
Todos podríamos aprender una lección de este bebé oso: mira hacia arriba y no te des por vencido.
De acuerdo con
The Verge, en un estudio publicado en 2015 por la revista
Current Biology se trató de averiguar cuál sería la reacción de un grupo de osos al verse expuestos a drones. Los animales, como cuenta
The Verge, fueron equipados con monitores para analizar como cambiaba su ritmo cardíaco al cruzar una carretera o al tener volando encima de ellos un dron. Algunos huían y otros, aunque no mostraban signos de angustia, se disparaba su ritmo cardíaco. Se estresaban.
Sobre el video, Mark Ditmer, uno de los científicos que participó en esta investigación, dudó que los en otras circunstancias los osos hubieran tomado esa ruta, o en ese caso, "hubieran tomado esa ruta de forma mucho más cuidadosa y lenta". "Esto no significa que los drones sean un problema, significa que se debería aplicar con un uso responsable”, dijo.
