Este es un ejemplo de por qué no debes compartir en redes sociales fotos de tus entradas a eventos
En ocasiones la vida nos da lecciones sin que sepamos que nos las merecemos. Como a Robbie Johnson, de 28 años, que de la forma más cruel aprendió que presumir en redes sociales sus boletos a un partido de béisbol no es la mejor idea, ni siquiera por unos cuantos me gusta.
El sujeto, a través de Instagram, publicó una imagen de sus boletos para el segundo juego de la Serie Mundial. Sus entradas al partido tenían un valor de 650 dólares (un poco más de 13 mil billetes mexicanos) pero ya sea por presunción o emoción, lo que sea que lo haya llevado a compartir en redes sus boletos, provocó que alguien se aprovechara de su ingenua acción.
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Instagram.[/caption]
Cuando llegó el día de hacer uso de las entradas en el Fenway Park, Robbie no pudo entrar. Se dio cuenta que alguien más había usurpado su lugar: la máquina de escaneo no aceptaba su ticket. Más tarde, los encargados del servicio de ventas le informaron que sus entradas las había escaneado alguien más un par de horas antes.
Lo que sucedió fue que antes del juego, un sujeto imprimió las entradas de Robbie. El problema fue que en la imagen este sujeto dejó visible el código de barras y el número de ticket único, lo necesario para hacer un duplicado bastante fidedigno.
Sin embargo no pudo contenerse la ganas de entrar al estadio y volvió 450 dólares por una entrada de reemplazo. Y aunque no somos fanáticos de las moralejas, esta historia podría servir para que las personas dejen de compartir imágenes de las entradas a sus eventos, o al menos, antes de que se lleven a cabo.
