Así fue como se llevó a cabo este histórico trasplante de rostro
En un intento de suicidio hace 4 años, Katie Stubblefield prácticamente perdió el rostro: la bala de una escopeta, que apoyó sobre su barbilla, hizo que perdiera la nariz, parte de la frente y el hueso de la mandíbula. Con 22 años, se ha convertido en la persona más joven en recibir un trasplante de rostro.
Antes de la operación, un proceso al que el equipo de National Geographic tuvo acceso, Katie hacía llamar a su antiguo rostro Shrek. "Sentía que la gente me miraba y pensaba que tenía cara de cíclope o de monstruo de feria", dijo a NG.
Hace más de un año en una clínica en Ohio, Estados Unidos, Katie recibió el rostro de Adrea Schneider, quien murió a causa de una sobredosis de cocaína. Cuando la cara de Adrea fue extirpada, quedó sobre una bandeja quirpurgica con "los ojos vacíos y ciegos; la boca abierta, como exlcamando: '¡Oh!'", escribió Joanna Connors.
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La intervención duró 31 horas. Durante toda la operación, los médicos y Katie estuvieron rodeados de cámaras fotográficas. Luego de que la joven salió del quirófano, su familia fue la primera en verla por primera vez: su padre mencionó que era surrealista lo que estaba sucediendo, mientras que la madre pensó que el nuevo aspecto de su hija era muy bueno. Ella preguntó: "¿Dónde está Katie?".
[caption id="attachment_22576" align="alignnone" width="1500"] Foto: Lynn Johnson/National Geographic.[/caption]
Un año después después de la cirugía, Katie ya puede mover su rostro, hacer gestos como fruncir la nariz. No podía cerrar los ojos, ahora ya puede. Su doctor Brian Gastman dice que "tiene una sonrisa en proceso".