Durante años, Tulum fue sinónimo de playas paradisíacas, ecoturismo y vida bohemia. Sin embargo, en los últimos meses, las imágenes que circulan en redes sociales muestran un panorama muy distinto.
Calles vacías, restaurantes cerrados y una notable caída del turismo. Lo que antes era uno de los destinos más concurridos de Quintana Roo ahora enfrenta lo que muchos califican como su peor temporada en años.
De acuerdo con diversos testimonios, la principal razón detrás de este desplome es el incremento desmedido de precios. Visitantes tanto nacionales como extranjeros han denunciado los costos abusivos en alimentos, bebidas, hospedaje y transporte.
En algunos casos, se han vuelto virales ejemplos extremos, como el de una simple bebida que puede costar hasta 200 pesos. Este tipo de situaciones ha provocado una ola de inconformidad que se refleja en la disminución de la afluencia turística, afectando directamente a los negocios locales.
Los videos que circulan en redes sociales muestran un Tulum casi desierto, muy diferente a los días en los que el turismo saturaba las playas y los hoteles.
Tulum en su peor temporada turística debido a costos excesivos
Según estimaciones, la ocupación en algunos establecimientos no alcanza ni el 40%, cifra alarmante para un destino que solía estar al tope durante todo el año. Restaurantes, bares y tiendas han optado incluso por cerrar temporalmente ante la falta de clientes, lo que ha generado preocupación entre los habitantes y empresarios locales.
Aunque no existe una declaración oficial por parte de las autoridades, los propios residentes afirman que la crisis comenzó desde Semana Santa de este año y se ha intensificado con el paso de los meses.
Mientras tanto, las redes sociales se han convertido en un reflejo del sentir general. Turistas decepcionados que aseguran que Tulum perdió su encanto original, aquel que combinaba naturaleza, espiritualidad y precios accesibles.
Tulum enfrenta una dura realidad. La caída del turismo no parece ser producto del azar. Sino una consecuencia directa de los precios desorbitados que han alejado tanto a viajeros nacionales como internacionales.