Sociedad

Tortillería en la CDMX adapta camioneta como salón de clases

Dueños de la tortillería ‘La Abuela’ modifican su vehículo para ayudar a los padres de familia que no cuentan con los recursos necesarios para el regreso a clases de sus hijos.
miércoles, 2 de septiembre de 2020 · 14:22

El pasado lunes 24 de agosto comenzó el nuevo ciclo escolar 2020-2021; sin embargo, debido a la pandemia por Covid-19 que persiste en México, la Secretaría de Educación Pública (SEP) inició las clases con una modalidad a distancia, por lo que niñas y niños ahora deberán continuar su preparación académica a través de programas en televisión o ejercicios en línea.

La disposición fue planificada para evitar el rezago educativo, no obstante, muchos padres de familia manifiestan no contar con los recursos suficientes para que sus hijos sigan las actividades correspondientes en el avance escolar.

En dicho contexto, instituciones de todo el país, así como colectivos u organizaciones provenientes de la misma comunidad, suman esfuerzos para que los pequeños no desistan de continuar sus clases.

En la Ciudad de México, dueños de una tortillería ubicada en la zona sur adaptaron su camioneta para brindar apoyo a los escolares que no tengan televisión o internet en casa. El proyecto iniciado por Fernando y Dalia ya cuenta con el sostén de varios vecinos que poco a poco se unen a la causa.  

“Estos libros han sido donados por los vecinos y seguidores de la página, esta computadora nos la prestó la doctora Mary. Esta televisión nos la prestó uno de nuestros primos. La carpa nos la prestó Roberto, que tiene su motoclub. La camioneta, tuvimos que deshacernos de ciertas cosas para poderla comprar”, explicó Fernando, quien en honor a su hijo que falleció hace siete mes, ahora se dedica a apoyar a la gente.

Dalia, la mujer a cargo del proyecto, detalló que la idea superó las expectativas iniciales, pues incluso ya hay lista de espera para estudiantes que desean integrarse al sistema de enseñanza.

Al tener una demanda tan alta, las madres de los alumnos se ven en la necesidad de dejar cartas con peticiones a la pareja, ya que sostienen no tener fuente de ingresos para solventar la educación de sus hijos.

La propuesta fue tan bien recibida que inclusive otros negocios se unen a favor de la educación.