Tendencia

Novio de Ana Sarelly defiende a su papá tras ser acusado de proxeneta

El hijo del político tailandés pide respeto para su pareja y aclara los asuntos relacionados con su padre.
domingo, 21 de junio de 2020 · 15:38

Hace unos días, la famosa youtuber mexicana Ana Sarelly fue cancelada por decenas de usuarios tras darse a conocer la noticia de que su suegro, el empresario tailandés Chuvit Kamolvisit, es un posible proxeneta.

Distintos medios locales han acusado al político conocido como el "magnate de las tinas" por haber conseguido su fortuna a costa de la explotación de mujeres en prostíbulos, pues se dice que tiene a su nombre una gran cadena de establecimientos de este tipo disfrazados de clínicas de masajes de lujo.

Las chicas que laboran en ellos fueron ofrecidas a la policía como soborno para que la actividad no fuera suspendida, además, se informó que el empresario dio grandes sumas de dinero a las autoridades para no hacer pública la orientación del negocio.

Ahora, en pleno festejo del Día del Padre, su hijo Kamolvisit sale a defender su imagen y comparte un mensaje en Instagram con el cual pretende calmar el escándalo y aclarar las cosas. “Es cierto que mi padre abrió una sala de masajes hace 28 años. Pero la acusación que le han presentado los medios mexicanos es inexacta. Nunca hizo ninguna trata de personas”, comenzó.

El escrito señala que Chuvit Kamolvisit cambió su conducta y comenzó una serie de actos en beneficio de la sociedad tailandesa, pueblo que de acuerdo a sus palabras, ama a su padre.

“No estoy pidiendo aceptación ni perdón aquí. Este tema no es nada nuevo para el pueblo tailandés ni para mí. No era una filtración o un chisme; ha estado a la inabiera durante los últimos 28 años en la sociedad tailandesa”

Además, pidió a las y los atacantes dejar de molestar a su novia, pues señaló que el único objetivo al que deberían de orientar su odio es a él.

Cadena de masajes

Bangkok Chuvit Kamolvisit fue durante un tiempo el mayor propietario de salones de masajes en su país, negocio que abandonó para incursionar en la política.

En la capital de Tailandia abrió seis salas de masaje: Copacabana, Victoria's Secret, Honolulu, Hi Class, Emmanuelle y Julianna, lugares donde laboraban cerca de 600 mujeres para atender a empresarios o políticos adinerados, principalmente.