Con un cinturón bomba, ladrones roban banco en la CDMX

Según información del periodista Carlos Jiménez, el viernes pasado ocurrió en la Ciudad de México uno de los asaltos bancarios más insólitos e ingeniosos de los últimos años.

Una empleada de BBVA fue subida a un vehículo en el que le pusieron un "cinturón bomba" y la amenazaron con hacerla explotar si no robaba para ellos la sucursal en la que trabajaba. El botín fue de 10 millones de pesos.

Carlos Jiménez, periodista de C4 Noticias, narra que Karina S, jefa de cajeros de la sucursal 3497 de BBVA, salió de su casa en Ecatepec con destino su empleo ubicado en la alcaldía Gustavo A Madero.

Transitaba en su auto cuando un microbus le cerró el paso. Del vehículo descendió un hombre el cual obligó a Karina a subir a otro automóvil, en el cual le colocaron lo que parecería ser un "cinturón bomba", el cual contaba con un reloj, tubos metálicos, cables de colores y mucha cinta gris.

Condujeron directo al banco. Le dijeron a su víctima que debía ayudarlos a asaltarlo o, de otra manera, la jefa de cajeros volaría en pedazos. Además, la amenazaron diciendo que sabían donde encontrar a su esposo, hijos y padres y que después de hacerla estallar, los asesinarían.

A través de una videollamada, los asaltantes se aseguraron que Karina robara el banco para ellos y repetían una y otra vez que si se perdía la llamada, activarían la bomba. Karina los "llevó" de forma virtual a la bóveda en donde el banco almacena todo su dinero y ahí metió fajos de billetes a una bolsa negra que los delincuentes le dieron.

A continuación, le ordenaron subir a su automóvil y conducir hasta los límites del Estado de México, por el Río de los Remedios, para entregar el botín. Ahí, entrego las bolsas con dinero y le dieron la llave que la liberaría del cinturón bomba que le habían puesto.

Le ordenaron caminar 5 minutos para que finalmente pudiera abrir el cinturón y aventarlo hacia el Río de los Remedios. De no hacerlo así, ellos lo activarían. Así lo hizo Karina, quien luego de librarse del artefacto, corrió lejos de ahí.

Ahora la Fiscalía de la Ciudad de México se encuentra investigando el paradero de los autores de este delito, quien sin haber puesto un pie en aquel banco, salieron victoriosos con 10 millones de pesos.