Así reaccionó Marisela Escobedo la activista a la sentencia del feminicida de su hija

En 2008 Marisela Escobar, una madre mexicana que lloraba la muerte de su hija de 16 años, Rubí Marisol Frayre, recibió otro duro golpe cuando en juicios orales, los primeros que se realizaban en la historia de México, tres jueces absolvieron al feminicida confeso por falta de pruebas. Marisela se desplomó.

Tras la inacción de las autoridades y la falta de justicia, Escobedo entendió que no era la única, que habrían más madres antes y después de ella. Ya no había tiempo para seguir llorando, dejo su trabajo y se convirtió en una activista que luchaba por justicia, por ser escuchada. 

Marisela recorrió desnuda las calles de Ciudad Juárez con la foto del asesino confeso de Rubí. Enfrentó a las autoridades, mantuvo un plantón frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua. Se volvió el blanco de amenazas de muerte, pero nada la detenía y declaró en su epitafio: “Si me va a venir este hombre a asesinar, que me venga a matar aquí, para vergüenza del Gobierno”. Y la noche del 16 de diciembre de 2010 un hombre le arrebató la vida con un balazo en la cabeza. 

Ahora a 10 años de su asesinato, Carlos Pérez Osorio ha plasmado su historia en el documental "Las tres muertes de Marisela Escobedo", que se estrenó en Netflix. Bajo una mirada cruda, con testimonios e imágenes de archivo, Osorio nos relata esta desgarradora historia de una luchadora social a la cual le arrebataron todo sin que el sistema de justicia mexicano moviera un solo dedo. 

El documental llega en un momento muy obscuro para nuestro país, donde mueren asesinadas 10 mujeres al día, así lo refleja el Instituto Nacional de Estadística, con un porcentaje del 97% de casos de acuerdo con datos de la Fiscalía General de la República. 

Rubí Marisol Frayde, la hija asesinada de Escobedo, fue privada de la vida en 2008 en Ciudad Juárez, Chihuahua. El autor de la muerte fue Sergio Rafael Barraza, quien era pareja de Rubí.

Los restos de su hija fueron encontrados por ella misma en un tiradero de restos porcinos, donde Barraza los tiró. Marisela se convirtió en investigadora, recaudo pruebas, busco, lucho y llevo a Barraza ante la justicia. Logrando que fuera encarcelado en 2009.

Pese a que se declaro culpable, fue liberado meses después porque no encontraron pruebas suficientes.

Esto fue lo que marcó el comienzo de su historia como activista, convirtiéndola en un símbolo de la lucha contra la impunidad en México. 

Respecto a Sergio Rafael Barraza, murió en 2012, el 16 de noviembre, en un enfrentamiento con militares en el estado de Zacatecas. Fue en 2010, cuando la fiscalía de Chihuahua coordinaron con la Interpol, y otras organizaciones como el ejército y la Policía Federal mexicana, para su captura. Asimismo fue señalado como el autor intelectual del asesinato de Marisela Escobedo.