Los esfuerzos para mejorar la situación de los pacientes con COVID-19 (coronavirus) en el mundo han logrado que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés), autorice el uso de fármacos para tratar el virus de origen chino.
Se trata de la Cloroquina, la Hidroxicloroquina y la Azitromicina , medicamentos utilizados originalmente en contra de la malaria. Incluso el presidente Donald Trump a través de su cuenta de Twitter promocionó el uso de dichos remedios para tratar la afección que ya ha cobrado miles de muertes.
“La HIDROXICLOROQUINA Y LA AZITROMICINA, en conjunto, tienen una oportunidad real de ser uno de los mayores cambiadores de juego en la historia de la medicina. La FDA ha movido montañas – ¡Gracias! Esperemos que AMBOS (H funcione mejor con A)”.
Se lee en un tweet.
A través de un comunicado, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos informó que compañías como Sandoz, Novartis y Bayer hicieron donaciones millonarias de sulfato de hidroxicloroquina para administrarse en pacientes que estuvieras hospitalizados por COVID-19.
La institución de salud también compartió que se hicieron donaciones de cloroquina.
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Posteriormente, los medicamentos fueron avalados por la FDA para su uso en el tratamiento del coronavirus, la agencia reguladora norteamericana aprobó los fármacos fueran recetados a los pacientes en tanto no exista un informe que indique su uso “no es factible”.
La Hidroxicloroquina es utilizada para tratar enfermedades como el lupus, artritis reumatoide leve y trastornos del tejido conectivo pues ayuda a disminuir el dolor y la inflamación.
La Azitromicina es un antibiótico usado para atacar bacterias grampositivas y gramnegativas, es efectiva contra la Mycoplasma pneumoniae, la Treponema pallidum, Chlamydia y Mycobacterium avium complex.
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Los medicamentos antes mencionados por el momento serán utilizados para probar su efectividad mientras los investigadores siguen haciendo pruebas para buscar una cura para atacar el virus.
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