Hace poco más de una década uno de los futbolistas más prometedores de Paraguay incursionaba en México en el conjunto de las Águilas del América, Salvador Cabañas se encontraba en las filas del equipo azulcrema cuando un ataque le cambió la vida de manera radical.
El ex delantero que vio su carrera deportiva profesional truncada tras recibir un disparo en la cabeza a manos de un hombre en un club nocturno en enero de 2010 parece que ha quedado en el olvido pues el ex seleccionado paraguayo ha perdonado a su agresor.
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El deportista, que ahora vive con sus padres en Itauguá, una ciudad de Asunción en Paraguay declaró a la agencia de noticias francesa Agence France-Presse (AFP) que estaba bien y aunque su carrera estaba destruida lo importante es que estaba vivo.
“Yo estoy bien. Ya me olvidé de eso. Ya lo había dicho públicamente y lo repito: le perdono al tipo que me hizo eso y destruyó mi carrera. No tengo ningún problema en decirlo. Lo importante es que estoy vivo”.
Dijo el ex futbolista.
El ex puntero habló sobre José Jorge Balderas Garza, mejor conocido como el “JJ” al que conoció en el bar donde ocurrió la tragedia y quien además la ejecutó aquel 25 de enero de 2010 cuando su carrera profesional estaba en lo alto.
“Dicen que era uno de los mayores narcotraficantes de México” sic.
Mencionó Salvador Cabañas sobre su agresor.
El ex jugador del América relató que el incidente ocurrió cuando estaba con su expareja sentimental celebrando el resultado de un partido cuando “de la nada”, su agresor, a quien reiteró no conocía le dijo que el entonces delantero “le estaba robando a México”.
“Me apuntó directo a la frente. Estaba temblando con la pistola en la mano y apuntándome… Dijo que pidiera mi último deseo porque me iba a morir. Yo le dije que yo no me iba a morir y que no tenía por qué pedir ningún deseo. Le dije que no haga eso”.Describió el paraguayo.
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Salvador Cabañas también consideró que lo que le pasó fue un “milagro”, pues su condición no le permitiría volver a caminar, sin embargo, lo hizo.
“Hasta los doctores se sorprendieron. Dijeron que nadie sobrevive a esa clase de atentado. Escuchaba que decían que ya no iba a caminar más. Pasó el tiempo y volví a caminar y se sorprendieron todos”.Relató el ex futbolista.
Actualmente, el ex atacante juega volleyball con sus amigos del lugar en el que habita pues los médicos ya no le permiten cabecear con el balón a consecuencia de la bala que tiene en la nuca y no pudieron retirar.
Además, reconoció el apoyo que ha recibido de su familia que dijo tras el incidente ha valorado más y puesto que “ellos son los que hicieron que me aferrara a la vida”.
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