Conforme vamos creciendo, se nos ha enseñado que en cualquier lugar donde nos presentemos debemos de tener un exceso de confianza en nosotros mismos para poder enfrentarnos a nuevos retos, ya sean laborales, escolares, personales o sociales. Pero, ¿esto es correcto?
En el programa de radio de la BBC, Why Factor, conducido por Michael Blastland, se dijo que después de que un mago nos deslumbra y nos da el secreto de su truco, este suele parecer demasiado sencillo.
Pero en realidad el truco es fácil para quien lo ha practicado por días e incluso, años, y no para alguien que cree que aprendió en unos minutos.
“Nuestros estudios dicen que, aunque hayas memorizado los pasos, no aprenderás realmente a hacer algo hasta que lo practiques tú mismo”, dijo Ed O’Brien, profesor de Ciencia de la Conducta, de la Escuela de Negocios de la Universidad de Chicago
Esto se le conoce como Efecto Dunning-Kruger, un sesgo cognitivo en el cual los individuos con pocas habilidades en una materia tienen un sentimiento de superioridad, mismo que los hace considerarse más inteligentes que otras personas preparadas.
Pero esto los lleva a equivocarse, pues evalúan sus capacidades fuera de lo real y no reconocen sus ineptitudes.
“En muchos campos la correlación entre la confianza de una persona y sus resultados es esencialmente cero”, agrega O´Brien.
Así que ya sabes, cada que te encuentres en una situación reconoce tus capacidades y tus defectos ante algo nuevo para no quedar como un arrogante.