De acuerdo con Ana Lorena Delgadillo, directora de la Fundación del Estado de Derecho y Alejandra Macías, directora del Asylum Access México; muchos gobiernos están anunciando el cierre de fronteras y restricciones para la entrada de extranjeros debido a la pandemia de Covid-19 que acaece en el mundo.
Entre los que quienes quieren tomar estas medidas se encuentra Trump, quien al estar en plena campaña de reelección, ya comenzó a anunciar medidas unilaterales de cierre parcial de la frontera con México.
No obstante, el gobierno mexicano hace todo lo contrario ya que no piensa en cerrar fronteras y hasta acepta además, recibir personas deportadas de otros países.

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En pocas palabras, a la emergencia sanitaria por Covid-19 se le suma el problema migratorio. Un problema en donde México no cuenta ni con planes ni infraestructura o el personal médico suficiente para cuidar la salud de todos.
Hay que señalar que, antes de la emergencia en México, ya había miles de mujeres, niños y hombres en centros de detención de migrantes que viven hacinados y sin acceso a los servicios básicos.
Por lo cual, si el coronavirus llegará a estos sitios, los migrantes podrían ser señalados injustamente como foco de contagio.

Además, cuando los hospitales se empiecen saturar, no sería sorprendente que la gente exija primero la atención a ciudadanos mexicanos, motivo por el cual los migrantes, además de sufrir por Covid-19, también tendrían que soportar el famoso “virus” de la xenofobia, una enfermedad que, de igual modo; es muy contagiosa.
Los virus no preguntan por el estatus migratorio: afectan a todos los seres humanos por igual y es por eso que debemos atender a todas las personas, por lo cual, desde la sociedad civil se propone un conjunto de acciones alineadas a las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de la propia Comisión Nacional de Derechos Humanos, razón por la que hoy, más que nunca, se debe:
- Brindar atención médica a todos. El acceso a la salud de todas las personas que se encuentren en el país no sólo es un derecho consagrado por la Constitución, sino también una medida indispensable para combatir eficazmente la propagacion del virus. Por eso, se deben garantizar condiciones mínimas de salud y atención hospitalaria para las personas migrantes en nuestro país, ya sea que estén detenidas en estaciones migratorias o estancias provisionales.
- Colaborar con las organizaciones de sociedad civil. Quienes han trabajado por décadas los temas migratorios tienen la mejor disposición de apoyar a las autoridades y aportar su experiencia en el importante esfuerzo de cuidar la salud de las personas migrantes. Hacerlo requiere de acciones de coordinación con el sector salud, estatal, municipal o federal, por ejemplo con los más de 100 albergues del país que brindan atención directa a población migrante.
- Hacer responsable también a Estados Unidos. El coronavirus no conoce fronteras por eso se de exigir corresponsabilidad a nuestro vecino del norte para frenar su expansión a través del acceso a la salud y protección para la población migrante y solicitante de asilo o refugiada, así como para las más de 11 millones de personas mexicanas viviendo en Estados Unidos pues no se nos puede olvidar que en México viven casi 1 millón de personas extranjeras.
- No estigmatizar. La xenofobia es también un “virus” que puede matar. Cualquier esfuerzo serio para frentar la propagación del Covid-19 en México requiere que las personas no sean discriminadas por ninguna de las condiciones que enfrenten y que no se les niegue atención médica por su condición de migrantes.
- Garantizar el acceso al asilo. Es fundamental que cualquier ajuste de los controles fronterizos, las restricciones de viaje o las limitaciones a la libertad de circulación a consecuencia de la pandemia no impidan que las personas que huyen de la persecución tengan acceso a la protección internacional.
Cabe recordar que, la contingencia sanitaria es un recordatorio claro de que los mexicanos nos hemos tardado mucho en promover: una migración más justa y humana.
Por esta razón, no podemos tener a miles de mujeres, niños, ancianos y hombres hacinados en condiciones insalubres por falta de documentos.
México es un gran país, y los grandes países tienen políticas migratorias que respetan los derechos de todas las personas, incluyendo el derecho humano a la atención médica. Tenemos que hacerlo mejor y; ante la pandemia, no hay tiempo que perder.
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