Claves para mejorar la cultura en Puebla

Hace unas semanas, en Puebla, coincidí y me reencontré con Javier Aranda Luna; uno de los grandes periodistas culturales de México y un gran promotor de la misma. Cuando no está escribiendo una columna, está conduciendo un programa para televisión abierta o apoyando a algún colectivo.

Esa ocasión coincidíamos en que -exceptuando CDMX, siempre se cuece aparte- Puebla era el Estado y la capital con más museos en todo el país y donde siempre se respira un ambiente a cultura. Me explico, Javier Aranda decía: Guanajuato es muy cultural cuando acontece el Festival Cervantino, luego nada. Oaxaca hay mucha galería y mucho alrededor de los centros culturales que fundó Toledo o los de la Fundación Harp Helú, pero no tienen ritmo constante y ahora sin Toledo creo ha disminuido el impacto. Guadalajara, quizá también tiene mucha vida cultural, pero gira alrededor de lo mucho que se realiza desde la UdeG: Fil-Guadalajara y FICG.

Y efectivamente, Puebla tiene mayor infraestructura cultural que esos Estados, pero se ha ido quedando rezagada en temas tecnológicos de los espacios y las pocas políticas culturales que sobreviven son gracias al legado de Don Pedro Ángel Palou Pérez, Héctor Azar y/o Pedro Ángel Palou García. Otros perfiles como Moisés Rosas Silva y Alejandro Montiel Bonilla buscaron defender ese legado, poniendo su sello o visión personal. Las acciones de estos personajes son los que mantuvieron a flote la “vida cultural” a la que se refería Javier Aranda.

Empero, luego vinieron años tristes: desaparición de espacios, eliminación de proyectos, fusión de políticas. Difuminación. La cultura como una extraña cosa para atraer turismo, pero sin personalidad, ni forma y menos fondo. Se perdieron perfiles que entendían y amaban la cultura y se les dio espacio a funcionarios que vivían de ostentar puestos sin tener idea de qué debían hacer. Eso dio espacio para la llegada de funcionarios que entenderán nunca por qué hay espectáculos o productos culturales que caben en el Palacio de Bellas Artes y por qué otros no. Dicho de otra forma: fuimos de un fallido y no estudiado intento de aplicación de política económica naranja (así le llama Ernesto Piedras al aporte que hace la Cultura al PIB) a “hacer y generar ‘cultura’ para todos sin sentido ni objetivo”.

Hoy que en Puebla están cambiando los gobiernos municipales, el congreso local y el Gobernador del Estado (Miguel Barbosa) tiene intenciones de hacer una limpia con inteligencia; es necesario apostar por una reingeniería en las políticas culturales de Puebla:

• Colocar a funcionarios para los que la Cultura no sea un trabajo sino un estilo de vida.
• Darle oportunidad a perfiles que han vivido a la sombra de otros y tienen ganas e ideas para transformar y mejorar la vida cultural de Puebla.
• Eliminar y jubilar perfiles que no están en constante actualización sobre las políticas culturales y aquellos que ya han conformado una mafia en sus centros de trabajo.
• Dignificación de salarios a los trabajadores de la cultural (gestores y artistas).
• Dignificación y mejora constante en los presupuestos que se destinan desde los tres niveles de gobierno para la Cultura.
• Dignificación y modernización de los espacios culturales existentes y apostar por la creación de nuevos.
• Generar políticas culturales que sean transversales (Federación, Estado y Municipios).
• Generar políticas culturales donde quepan “la alta cultura” y la cultural en general.
• Trazar políticas de formación cultural en coordinación las Universidades.
• Retomar la formación artística en las escuelas y que éstas sean impartidas por artistas expertos en las áreas correspondientes.
• Crear políticas culturales que formen y acompañen a los públicos en la comprensión, entendimiento y disfrute del ente cultural.
• Generar políticas culturales que cuenten o cubran estos tres puntos: mejoren la calidad de vida de los habitantes, generen flujo económico y fomenten paz, empatía e igualdad.
• Hacer las modificaciones pertinentes en las leyes locales para que esté garantizado el acceso a la cultura, pero también su conservación, mejoramiento, difusión y permanencia del espectro cultural.

Entre otras cosas, estas son algunas de las claves para mejorar la vida cultural de Puebla y, en sí, del país.

La Cultura en Puebla requiere una limpia de perfiles y abrirle la puerta a nuevas caras. Hay que eliminar los vicios y males de raíz para que todo mejore, pero hacerlo con gran inteligencia.

Puedes conocer más del autor en su cuenta de Twitter: @AlfiePingtajo

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