México frente a las Sentencias de la Corte Interamericana de DDHH, órgano judicial de la OEA

Recientemente nuestro Presidente manifestó la idea de sustituir la Organización de Estados Americanos [OEA], por un organismo «verdaderamente autónomo». Posteriormente, en la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños [CELAC] se manifestaron diversas criticas contra esta organización.

Independientemente del cuestionamiento de corte político que se pudiera manifestarse en contra de la OEA, desde un punta de vista jurídico, es importante subrayar la relevancia que ésta ha tenido en la protección y defensa de los Derechos Humanos de la región, mediante las sentencias que ha emitido la Corte Interamericana de Derechos Humanos [CIDH] que es su órgano contencioso.

En nuestro país sus sentencias tienen un papel fundamental ya que la Suprema Corte de Justicia de la Nación definió, mediante Jurisprudencia (qué es un criterio obligatorio), que las sentencias de la CIDH, con independencia de que México haya sido parte son vinculantes para los jueces nacionales, quienes para poder aplicarlas deben tomar en cuenta que: i) Cuando el criterio se haya emitido en un caso en el que el Estado Mexicano no haya sido parte, la aplicabilidad del precedente al caso específico debe determinarse con base en la verificación de la existencia de las mismas razones que motivaron el pronunciamiento; ii) En todos los casos en que sea posible, debe armonizarse la jurisprudencia interamericana con la nacional; y iii) De ser imposible la armonización, debe aplicarse el criterio que resulte más favorecedor para la protección de los derechos humanos.

Por esto, podemos considerar que la riqueza en la protección y defensa de los Derechos Humanos no sólo se encuentran en las leyes o las sentencias de las autoridades nacionales sino que se amplían a estas sentencias internacionales que tienen sustento en los tratados internacionales de los que México es parte.

Hay 351 sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos* y en cada una se ha puesto sobre la mesa la protección y defensa de los Derechos Humanos, muchas de éstas han sido paradigmáticas y fundamentales para los Estados.

Nuestro país ha sido condenado en 11 ocasiones*, y actualmente tiene un caso en trámite «Caso Familiares de Digna Ochoa y Plácido Vs. México». Las sentencias en las que se ha condenado al Estado Mexicano son: 1) «Caso Mujeres Víctimas de Tortura Sexual en Atenco». (28 de noviembre de 2018); 2) «Caso Alvarado Espinoza y otros» (28 de noviembre de 2018); 3) «Caso Trueba Arciniega y otros» (27 de noviembre de 2018); 4) «Caso García Cruz y Sánchez Silvestre»(26 de noviembre de 2013); 5) «Caso Cabrera García y Montiel Flores» (26 de noviembre de 2010); 6) «Caso Cabrera García y Montiel Flores» (26 de noviembre de 2010); 7 «Caso Fernández Ortega y otros» (30 de agosto de 2010);8) «Caso Radilla Pacheco» (23 de noviembre de 2009); 9) «Caso González y otras (“Campo Algodonero”) Vs. México» (16 de noviembre de 2009); 10) «Caso Castañeda Gutman» (6 de agosto de 2008); 11) «Caso Alfonso Martín del Campo Dodd» (3 de septiembre de 2004).

Especialmente, destaca el Caso Radilla Pacheco, en el que se condenó, entre otras autoridades, a nuestro Poder Judicial, lo que trajo como consecuencia diversos criterios y reformas que hoy permiten que las personas juzgadoras realicen una mayor protección de los Derechos Humanos que se encuentran tanto en tratados internacionales como en las referidas sentencia internacionales, pudiendo aplicar el criterio más protector para estos derechos, pudiendo inclusive dejar de aplicar las normas mexicanas que resulten violatorias a estos derechos y aplicar el criterio más protector.

En suma, pudiera no gustarle al Estado ser condenado por la violación de los Derechos Humanos pero, desde el punto de vista jurídico, es innegable el importante trabajo que ha realizado la CIDH como órgano de la OEA, en la defensa y protección de los Derechos Humanos de la región.

Puedes conocer más del autor en su cuenta de Twitter: @jfdvsmx

Las opiniones vertidas en la sección de Opinión son responsabilidad de quien las emite y no necesariamente reflejan el punto de vista de Gluc.