Opinión

Apuntes sobre cooperación internacional y crimen organizado

El nuevo escenario internacional supone nuevos retos, mientras que las fronteras son fronteras para las policías y senderos habituales para la criminalidad.
domingo, 6 de junio de 2021 · 18:49

Por Daniel Mauricio

La aparición de nuevas variables para el análisis de los conflictos internacionales y la violencia han sido evidentes, pero poco se ha hablado de la adaptación del crimen organizado para continuar con sus operaciones ilícitas en un momento en lo que todo lo que sabíamos sobre la seguridad internacional ha cambiado.

El nuevo escenario internacional supone nuevos retos o la agudización de los tradicionales, mientras que las fronteras son fronteras para las policías y senderos habituales para la criminalidad.

Las estrategias tradicionales para enfrentar organizaciones dedicadas al narcotráfico, contrabando, tráfico de personas o de armas, a menudo se ha caracterizado por una continuidad de intentos por controlar los flujos desde el origen, persiguiendo la teoría de que la disminución del producto provocaría aumentos de precios, lo que teóricamente desincentivaría su consumo asfixiando la economía criminal, sin embargo, estas estrategias no ha tenido los resultados esperados, pues la economía ilegal tiene sus reglas propias y los precios pueden ajustarse mediante el ejercicio de la violencia, aunque cada actividad ilegal tiene naturaleza propia.

Desde marzo de 2020, no se observan indicadores que demuestren una contracción de la demanda en los mercados ilícitos que difiera al de otros sectores económicos, mientras que, la demanda se sostiene y la escasez aumenta los precios, aunque también los riesgos, derivado de la reducción sistemática de tránsito transfronterizo.

Por otro lado, los efectos adversos en las actividades productivas o de abastecimiento, en la pobreza y en otros ámbitos, son factores generadores de inestabilidad, los cuáles provocan condiciones favorables para la criminalidad, en suma con cuadros de debilitamiento institucional.

A continuación, comparto algunos apuntes en materia de cooperación internacional contra el crimen organizado, que pudieran ser de utilidad en una agenda repleta de novedades.

Definir políticas de seguridad fronteriza que comprendan integralmente la bioseguridad, el orden migratorio y la digitalización de procesos, así como el fortalecimiento de fuerzas policiales especializadas, favoreciendo el intercambio inteligencia entre países.

Se deben considerar los componentes sanitarios, educativos y de salud pública, que son pilares de la prevención y del tejido social. Se trata de ejes frecuentemente olvidados en tratados bilaterales y profundamente ligados al núcleo del conflicto representado por la demanda.

Las redes criminales tienen ramificaciones en todo el mundo, por lo que los esfuerzos dirigidos a controlar el crimen organizado deben ser diseñados desde una perspectiva hemisférica. Las actividades criminales suelen tener una vocación trasnacional y que a menudo combinan negocios legales e ilícitos.

La aparición de amenazas externas suele ser un incentivo para la cooperación entre países, no existe mayor fuerza motora en las relaciones internacionales que el interés común, el cual también debe ser explotado en el marco de los organismos internacionales.

Básicamente existen dos tipos de huellas: A) las operativas (relacionadas a acciones de producción, tráfico, distribución etc.) y B) las financieras. Los departamentos de seguridad e inteligencia financiera deben robustecerse y favorecer la cooperación internacional. Al cortar las venas financieras tal vez sea posible llegar al corazón de hidra.

Puedes conocer más del autor en su cuenta de Twitter: @daanmaur

 

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