Opinión

Yamasan Ramen House

El desarrollo nipón en tierras queretanas ha traído el delicioso lugar del que hoy les voy a hablar: Yamasan Ramen House.
viernes, 11 de junio de 2021 · 14:24

Amante del Buen Comer®

Una cultura que siempre me ha parecido fascinante es la japonesa. No conozco persona que haya visitado este país y que no regrese enamorada del mismo, confirmando que su forma es única, su calidez inigualable,  su tecnología y avances impresionantes y que, todo junto, es magia pura. Entre las olimpiadas y la pandemia, mi viaje a este país se sigue posponiendo, pero espero pronto pueda conocerlo de primera mano.

Mientras tanto, en México podemos tener acceso a mucho de lo que la cultura nipona ofrece. Si bien México y Japón han llevado una relación de amistad y cordialidad desde hace más de 400 años, no olvidemos que nuestro país declaró la guerra a las potencias del eje allá en 1942, Japón incluido (sí, en la Segunda Guerra Mundial y sí, resultamos vencedores junto con los aliados). Pasando este trago amargo, Japón ha sido un importante inversionista en nuestro país. Datos del gobierno de México refieren que Japón es inversionista clave con más de 1200 empresas, Inversión Extranjera Directa (IED) de casi 25,000 millones de dólares (4.5% de la IED entre 1999 y 2018).

Es justamente esta inversión la que ha generado mucho del desarrollo de mi actual estado, Querétaro. Solamente durante el primer semestre de 2020, Querétaro captó más de 63 millones de dólares de IED japonesa lo cual es 91% arriba de lo que se recibió en el mismo periodo del año anterior. Con esto, Querétaro es el Estado con mayor inversión nipona en el país. 54 empresas japonesas, que generan casi 4,000 empleos, viven en Querétaro.

Se preguntarán ¿Por qué tanto dato económico si esto es una columna gastronómica? Parte de lo enriquecedor de la globalización, de ese movimiento de capitales y, por consiguiente, de personas, es justamente el hecho de que, con el establecimiento y el tiempo, la cultura que llega comienza a permear en la propia, compartiéndonos no solo a su gente, sino sus costumbres, sus tradiciones y, por supuesto, su comida.

Y ha sido este desarrollo nipón en tierras queretanas lo que ha traído el delicioso lugar del que hoy les voy a hablar: Yamasan Ramen House. Ubicado en una plaza pequeñita en Juriquilla, Querétaro (al norte de la ciudad), el local, al igual que la plaza, es minúsculo. Con un máximo de 10 mesas, nula decoración y pareciera sin gracia de por medio, Yamasan Ramen House deslumbra a sus comensales con su delicioso Ramen. Personalmente creo que este lugar es de los mejores del país para comer Ramen, y podrán dudar de mi dicho, pero las veces que he estado ahí, no ha habido ocasión en la que por lo menos la mitad de los comensales sean, precisamente, personas orientales (mentiría si les dijera que son solo japonesas pues no entiendo ningún idioma de aquella parte del mundo). Eso, para mí, es referencia máxima de que son un buen expositor de su país.

Dada la pandemia, Yamasan Ramen House hoy ofrece el servicio para llevar a casa, pero la verdad es que la experiencia en el lugar, con el caldo calientito recién salido de la cocina, vale la pena para esperar. Su carta no es muy grande, no más de 10 tipos de Ramen para todos los gustos (con carne de cerdo, de res, verduras, etc.) en dos tamaños (chico y grande, que varían en 20 pesos nada más) y algunas entradas adicionales que también les recomiendo aventurarse.

La verdad es que cualquiera de sus Ramen es maravilloso. Los dos ingredientes base, la pasta y el caldo, son espectaculares. La pasta es hecha ahí mismo, sustanciosa, sabrosa y adictiva. El caldo es fabuloso, cálido, especiado, potente y avasallador. Así que cualquier Ramen que pida será una grata experiencia. Mi predilecto es el de la casa, el Yamasan Ramen, con generosos cortes de carne de cerdo, granos de elote, hojas verdes y pequeños trozos de ajo asado; todo ello servido amablemente en este caldo vibrante con su pasta sinigual.

De las entradas, mis recomendaciones son los edamames, frescos, con un toque de sal, muy ricos; al igual que las gyozas, unas pequeñas empanadas rellenas de carne que en cada bocado alebrestan al estómago y al corazón. Para los que gustan de la experiencia completa, el lugar también ofrece cerveza Saporo.

Así pues, mis queridos Amantes del Buen Comer®, déjense envolver por la globalización que nos regala estos pedacitos de otros países y que sin duda llenan nuestro espíritu y nuestro ser con nuevas y deliciosas experiencias.

¡Sayonara!

Amante del Buen Comer®

 

Puedes conocer más del autor en su cuenta de Twitter: @adelbuencomer
 

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