Una breve pausa

Primeramente, ofrezco una disculpa a mis lectores por la ausencia de mi última colaboración y continúo explicándoles la razón de ella.

En días pasados inicié nuevamente mis actividades como consultora en Inteligencia Estratégica en campañas electorales. El trabajo ha sido intenso y demandante porque en esta ocasión las campañas se presentan como retos aún mayores en comparación con años anteriores.

En 2021 los electores son altamente demandantes hacia los candidatos, exigiendo conocer, no solo su trayectoria, sino sus propuestas de gobierno de acuerdo con el cargo al que aspiran. Los electores están conscientes que se han dejado engañar y están más alertas.  Hoy exigen conocer propuestas de gobierno que sean factibles y que se lleven a cabo, es decir, que los políticos cumplan lo que prometen. Ciertamente el fantasma del populismo acecha con propuestas que suenan bien, pero que difícilmente se realizarán o los beneficiarán.

Las emociones, siempre presentes en la decisión del voto, comienzan a tomar diversos caminos. En 2018 el resentimiento hacia los partidos de siempre (que tenía bastante fundamento), fue el principal motor emocional, especialmente en la elección presidencial, para el voto.

En 2021 la respuesta a la pandemia de COVID 19 será un factor determinante en las elecciones. La gestión de la crisis que los gobiernos han hecho será fundamental en la decisión de voto. Los candidatos tendrán que luchar contra el miedo causado por la incertidumbre y la enfermedad, la desesperación ante la situación económica individual y familiar, las crisis emocionales caracterizadas por episodios de depresión, ansiedad y estrés. Traer al escenario emociones positivas como la esperanza, será más difícil que en otras ocasiones. Los candidatos más exitosos serán aquellos que logren empatizar con los ciudadanos, entender su complejidad emocional y hablarles con honestidad sobre como resolver los problemas presentes y futuros.

Finalmente es importante señalar que en estas elecciones estará presente el efecto López Obrador. Dadas las coyunturas políticas y económicas provocadas por la pandemia, el reciente accidente ocurrido en la Línea 12 del metro, la creciente incidencia de violencia hacia las mujeres y la población en general, escándalos de corrupción de sus funcionarios, candidatos de poca solvencia moral… el presidente va a ser evaluado y aprobado o castigado con el voto hacia los candidatos de sus partidos. Es posible que el escudo protector del presidente comience a debilitarse.  Lo sabremos el próximo 6 de junio.  Veremos si logra conservar sus treinta millones de votos.

El próximo 6 de junio concluye esta fase laboral y estaré de regreso con ustedes compartiendo los pormenores de la elección y los escenarios de lo que le espera a nuestro país en función de los resultados electorales. Mientras tanto, manténganse como un electorado exigente, consciente y con visión de futuro. Comprendan sus emociones y permítanles participar en la decisión de su voto, pero no las dejen tomar el control porque corremos el riesgo de arrepentirnos y desafortunadamente ya no tendremos vuelta atrás.

Nos vemos en junio.

Puedes conocer más del autor en su cuenta de Twitter: @GNava1980

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