Opinión

La verdad legal de la L12 (III)

¿Por qué permitieron la construcción y la operación de la Línea 12 del Metro?  Se buscan culpables, no justicia para las 26 personas fallecidas.
martes, 18 de mayo de 2021 · 16:57

Actos de poder

En las dos entregas anteriores, les presente la sentencia definitiva de la jueza Ana Mercedes Medina Guerra que, en 2017, titular del Juzgado Cuadragésimo Primero de lo Civil.

Dicha sentencia se sustento en los estudios y análisis que hicieron los peritos nombrados por el Consorcio Constructor (ICA-CARSO-ALSTOM) y el Gobierno de la Ciudad de México.

Sin embargo, ambas partes decidieron apelar la sentencia. El caso se turnó a la Cuarta Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal. 

Básicamente, las partes -el Consorcio y el GCDMX- rechazaban los montos a pagarse entre una y otra, que la jueza Medina Guerra había determinado en su sentencia.

Uno de los argumentos de los magistrados de esta Sala fue que la condena a las partes no solo se determinó por la existencia de vicios ocultos, sino también por detalles de obra en la ejecución de la Línea 12.

Además, de común acuerdo, las dos partes del conflicto nombraron peritos, con lo que se les dio valor probatorio a cada uno de los actos que los especialistas determinaron.

En esta instancia, las partes, principalmente el gobierno de la Ciudad de México reconoció la entrega-recepción de la obra el 08 de julio de 2013, lo que a juicio de la autoridad judicial se constituye un documento “liberatorio de obligaciones de las actoras”.

Con ello, quedo claro que “los detalles de obra observados corresponden a obligaciones cuyo tratamiento se previó en el propio acuerdo de voluntades referido, al no haber afectado la operación de la Línea 12 del Metro según fue declarado por los propios peritos designados en autos”.

¿Qué es, entonces, lo que los magistrados Juan Arturo Saavedra Cortés (ponente), María Rosario Marenco Ortega y Carlos Vargas Martínez modificaron de la sentencia original?

Que el GCDMX debía pagar $245, 858, 309. 82 (doscientos cuarenta y cinco millones ochocientos cincuenta y ocho, trescientos nueve pesos con 82 centavos)

El Consorcio Constructor, al incurrir en diversas deficiencias en la Línea 12, que, si bien no afectaron la operación de la obra, su provocaron que el GCDMX aplicara recursos para diversos gastos, debía pagar $645,454,311.51 (seiscientos cuarenta y cinco millones cuatrocientos cincuenta y cuatro mil trescientos once pesos con 51 centavos). EN este punto, la Cuarta Sala Civil absolvió al Consorcio por el reclamo de incumplimiento de contrato.

Por no haber entregado la obra en el tiempo pactado, el Consorcio pagó $1,529,000,000.00 (un mil quinientos veinte nueve millones de pesos).

El mismo Consorcio debió pagar otros $400,000,000.00 (Cuatrocientos millones de pesos) por cumplir parcialmente con la obra (vicios ocultos)

Estas sentencias que he reseñado en estas tres entregas fueron parte de los documentos a los que recurrí para escribir Línea Dorada, los lobos al achecho. ¿Quién ordenó cerrarla?

En estos momentos se realizan los análisis periciales para determinar a los responsables del derrumbe de la trabe que colapso entre las estaciones Olivos y Tezonco.

Los peritajes de la empresa DNV, sin aparente experiencia en obras metropolitanas, sino más bien petroleras, deberán contener, como dice Sergio M. Alcocer en Ante una falla estructural, ¿cómo ejecutar un peritaje técnico desde la ingeniería forense? (Nexos, mayo 2021) debe partir desde le proceso de planeación, diseño, construcción, operación y mantenimiento. Además, dividir en tres etapas la evaluación de la falla estructural: 1. Investigación y características. 2. Análisis de laboratorio y estudios de gabinete para verificar posibles causas y, 3. Informe final.   

Además de lo que realizará la empresa contratada por el Gobierno de la Ciudad de México, la Fiscalía General de Justicia de la CDMX también hará peritajes.

Supongo que el contenido de las sentencias aquí presentadas, con las pruebas aportadas por el Consorcio Constructor y el Gobierno capitalino con el Sistema de Transporte Colectivo-Metro, los dictámenes de los peritos serán parte fundamental para deslindar responsabilidades.

No debe ser un proceso político, como sucedió en el 2014, que pretendió descarrilar a probables adversarios en ese campo. Debe ser un peritaje que cuente con todos los elementos que permitan encontrar a LOS RESPONSABLES, no a los CULPABLES POLÍTICOS; de la tragedia del 3 de mayo de 2021.

Son muchas las preguntas a las que, hoy, no les encuentro respuesta:

  • ¿Por qué el gobierno de Miguel Ángel Mancera no cerró la Línea 12 del Metro si “encontró” daños que ponían en riesgo la vida de sus usuarios? Ellos suspendieron en dos ocasiones las operaciones de la L12 (marzo 2014, septiembre de 2017), ¿por qué la siguieron operando?
  • ¿Cómo recibió la rede del Metro el gobierno actual? Hace unos días el diputado Gaviño, exdirector del Metro, aseguró que 6 líneas más del Metro estaban en las condiciones que podrían registrara hechos como los del 3 de mayo. ¿Esto lo supo Florencia Serranía?
  • ¿Cuál fue le papel de las empresas certificadoras de la obra civil, de los materiales usados para la construcción de cada centímetro de la Línea 12? ¿Tampoco vieron venir la tragedia?
  • ¿Cuáles fueron las conclusiones del Centro Nacional de Prevención de Desastres luego del terremoto de septiembre de 2017 que afectó la zona de Tláhuac en la que se registró el desplome?

Si después de los cierres de marzo de 2014 y septiembre de 2017 se nos dijo que la rehabilitación del Metro garantizaba la operación y seguridad en la Línea 12, y que además fue certificada una vez más, ¿qué pasó?

Si, como se insiste persistentemente en que los fallos son de origen, ¿por qué autoridades legislativas y administrativas federales y locales; empresas constructoras y certificadoras, mexicanas e internacionales e instituciones educativas nacionales y extranjeras permitieron la construcción y la operación de la Línea 12 del Metro?   

Se buscan culpables, no justicia para las 26 personas fallecidas, los más de 70 lesionados y sus familias, verdaderas víctimas de esta tragedia.

Podrán tener a los culpables que las conveniencias políticas requieran, pero lo que aquí se debe encontrar es a los responsables.

En la investigación de Línea Dorada, los lobos al acecho, no vi venir la tragedia y creo que nadie, fuera de las entrañas del Sistema de Transporte Colectivo-Metro, lo sabíamos.

Puedes conocer más del autor en su cuenta de Twitter: @Fercoca

 

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