Opinión

Maya Bacalar Hotel

Lo más relevante de Xant-Ha es su cocina. Les prometo que cada plato que probé fue halagador, cada mordida disfrutada y cada sabor bien recibido.
sábado, 1 de mayo de 2021 · 08:20

Amante del Buen Comer®

México y sus pequeños rincones. México y sus pueblos mágicos. México y sus colores vivos, auténticos y encantadores. México y sus espacios únicos, inigualables e irrepetibles.

En México tenemos la bendición de tener casi todos los ecosistemas del mundo. Entre ellos la selva, que, al conjugarse en un mismo lugar con el mangle, crean un escenario sin igual. Todo ello, abrazado por miles de colores acuíferos qué, al unísono con el cielo, nos regalan una representación gráfica de lo que puede ser la gloria. Su nombre: Bacalar.

Ubicado a 40 minutos de Chetumal, el pueblo mágico de Bacalar ofrece a sus visitantes la entrada principal a una de las lagunas más hermosas del mundo, la Laguna que lleva el mismo nombre.

Y es ahí en Bacalar donde se encuentra el hotel MBH. Una celebración de amor fue el hermoso pretexto para visitar este grandioso destino. Ubicado en una de las orillas de la laguna, el Hotel MBH ofrece a sus huéspedes una propuesta de hotel boutique, rodeado de hermosa naturaleza.

Y si bien el hotel como tal es maravilloso, con divinas habitaciones con balcón con jacuzzi y vista a la Laguna, un excelente servicio, actividades en terrestres y acuáticas, entre otros, aquí hablaremos de su restaurante Xant -Ha.

Xant-Ha, que significa en Maya “observar con deleite el agua”-¡Y vaya que eso sí sucede en Bacalar!- es un pequeño espacio abierto dentro del MBH hotel con un par de mesas para atender a sus comensales y, por supuesto también, con la posibilidad de Room Service para los huéspedes del hotel. Lo más relevante de Xant-Ha es su cocina. Les prometo que cada plato que probé fue halagador, cada mordida disfrutada y cada sabor bien recibido.

Al llegar hambrientos del aeropuerto pedimos una comilona de tacos. Unos exquisitos de cochinita, que fueron los favoritos, arribaron recordando nuestra llegada a la península; los siguieron unos de marlín bastante correctos y cerramos con los de pescado tempura. Igualmente, acompañaron el festín, un fresquísimo aguachile de camarón y otro delicioso ceviche.

Al otro día, en el desayuno, pedimos unas enchiladas. La carta únicamente contemplaba enchiladas rellenas de queso o pollo, pero al haber quedado encantados con la cochinita del día anterior y sabiendo del excelente servicio del lugar, pedimos las rellenaran del manjar yucateco… ¡Una chulada dignísima de repetir! La mezcla de la salsa con el sabor de la cochinita, agasajaron al paladar en cada bocado.

Por la noche, la cena fue bárbara. Una fresca ensalada de betabel con arúgula y queso abrió el apetito; posteriormente una tetela de pato, crujiente, y sabrosa hizo su aparición. Finalmente, el cierre de oro estuvo a cargo de un imponente chamorro que con solo pasar el tenedor la carne jugosa y magistral se deshacía.

 

Otra mañana, un delicioso budín de chía con frutos, acompañado de jugo verde y un original omelette de chay con queso manchego, fueron los platos que alegraron mi inicio de día.

Si bien no hubo tiempo de deleitarnos con más exquisiteces, lo cierto es que la comida, el servicio, el hotel, la vista y el trato recibido, me han motivado a escribir de ellos, invitando a que, con las medidas de seguridad e higiene correspondientes, pongan a Bacalar como destino de descanso y al MBH como su hotel sede para que su estancia más placentera.

¡Buen Provecho!

Amante del Buen Comer®

Puedes conocer más del autor en su cuenta de Twitter: @adelbuencomer
 

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