Opinión

Jugar con su balón

La Superliga Europea viene a revolucionar el futbol, no tengo dudas que las reformas al futbol llegarán, y aunque los empresarios y los directivos seguramente tendrán diferencias.
viernes, 23 de abril de 2021 · 15:44

#BajónAlÓleo 
 

Una auténtica novela de romanticismo, dramatismo y villanía, hemos encontrado en los escritorios del futbol, como si se tratara de una secuela de The English Game o "Un juego de Caballeros”, el futbol confirmó esta semana su momento como industria, para nada, ha sido casualidad lo que hemos encontrado en boletines, comunicados y redes sociales, como en sus inicios, el futbol  y su esencia pura, volvió a levantar la mano cuando el negocio y sus necesidades tocaron a la puerta. 

Si bien es cierto el futbol es cada vez menos deporte y más industria, el descaro que se utiliza en estos tiempos toca todas las puertas, todos los niveles y todas las partes son tan culpables como inocentes de lo que significa El Juego. Hace unos años, Jorge Valdano escribía en una columna para El País, “En el futbol hay más dinero que circulación de talento, el futbolista es un hombre de negocios y el juego no repara en las cuestiones éticas”, nunca tan acertado el filósofo del futbol. 

Decía que todos pueden ser tan culpables como inocentes, simple y sencillamente porque el futbol supone todo para cada cuál, el empresario entiende su negocio y atiende las ganancias, el futbolista no deja de disfrutar su virtuosismo y la caja sigue sonando, el aficionado no deja de alentar y su origen y pertenencia le hacen gastar lo que no tiene, solo que un sector se olvidó que estamos en pandemia y la pandemia es crisis…sí, el empresario reviró. 

Como si se tratara de los orígenes del futbol, La Superliga Europea viene a revolucionar el futbol, si bien es cierto el certamen parece ser un pretexto para pedir mejores ganancias a la UEFA, es imposible no recordar y usar como analogía el balón y sus primeros futbolistas profesionales, esos que cobraban y eran señalados como ídolos en la Gran Bretaña hace unos siglos, el futbolista amateur competía, y con toda certeza sabían que cada victoria podría ser la última, en nuestros tiempos, el futbol como negocio exige constantes reformas, sobre todo en los tiempos donde los estadios lucen vacíos y los souvenirs no son vendidos como el empresario espera. 

Si bien es cierto La Superliga se viene cocinando desde 2004, es una realidad que ésta atenta en todo momento contra el espíritu de competencia, y es que el deporte está lleno de hazañas, el futbol no es la excepción, todos los inmiscuidos en dicha estructura olvidaron lo importante que es el aficionado, y fue el origen el que se encargó de recordarnos la pertenencia, como nunca el futbol inglés dimensionó de manera correcta lo que en los escritorios, los directivos nunca entendieron. 

No tengo dudas que las reformas al futbol llegarán, y aunque los empresarios y los directivos seguramente tendrán diferencias, estamos claros que los dueños del balón son los aficionados. Por su bien y por su industria, más le vale a la UEFA y a los grandes equipos ponerse de acuerdo, repartir de mejor manera las ganancias, porque el aficionado no perdona, sobre todo cuando se trata de JUGAR CON SU BALÓN. 

P.D. “Durante décadas el aficionado se ha convertido en el principal patrocinador de la industria, que un par de años -sin ganancias-, el directivo no pueda esperar, es incomprensible… el futbol no sólo está en la Televisión o los Estadios, también está en las calles”. 

 

Hasta la próxima.

Puedes conocer más del autor en su cuenta de Twitter: @JLUIS_CUEVAS

 

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