Opinión

Sin biométricos no habrá teléfono celular

Lo grave es que el IFT y las empresas telefónicas van a concentrar los nombres, identificaciones, huellas dactilares y quizá hasta el rostro y el iris de los ojos.
jueves, 15 de abril de 2021 · 17:27

En los poderes legislativos debe haber pluralidad para evitar que una idea o propuesta, se apruebe sin pasar por todos los filtros y análisis posibles. Cuando un Congreso aprueba leyes por consigna, sin estudiar, ni evaluar las consecuencias de esas normas, se generan graves daños a la ciudadanía, a la economía, a la seguridad, y, en general, a la nación. Esto pasa comúnmente en las legislaturas en las que existe una abrumadora mayoría. México se ha convertido, tristemente, en uno de los mejores ejemplos.

El martes pasado, en el Senado de la República, la mayoría de MORENA aprobó una reforma a la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, que no solo es una mala idea, sino que va a tener consecuencias graves para casi toda la población. Antes, en la Cámara de Diputados, MORENA había utilizado su aplastante mayoría para aprobar esta iniciativa sin realizar un estudio serio sobre ella; la esperanza radicaba en que los legisladores en el Senado fueran más responsables y que dieran marcha atrás a esta aberración, pero no fue así.

La reforma, que ya se remitió al presidente López Obrador para su publicación, crea un Padrón Nacional de Usuarios en Telefonía Móvil (PANUTEM), que estará adscrito al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), que concentrará la información necesaria para identificar a los titulares de todas las líneas celulares activas en el país y cuyo fin es el de colaborar con las autoridades competentes en materia de seguridad y justicia en asuntos relacionados con la comisión de delitos. ¿Recuerda usted el fallido Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Celular (RENAUT)?, pues es lo mismo, pero reloaded.

El argumento que usó MORENA para aprobar esta reforma es que la extorsión telefónica en el país se ha incrementado y no es posible combatirla debido a que solamente se cuenta con información de los titulares de las tarjetas SIM, cuando el servicio es proporcionado mediante contrato de pospago, y no así cuando se brinda bajo el esquema de prepago.

Si bien el argumento es cierto, pues la extorsión en genérico se ha incrementado en los últimos años, el remedio pinta para ser peor que el problema. De acuerdo con las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), la extorsión en genérico tuvo 5,072 carpetas de investigación en 2015; 5,273 en 2016; 5,812 en 2017; 6,432 en 2018; 8,734 en 2019 y 7,960 en 2020, es decir, sí ha habido un incremento de este delito, aunque el SESNSP no desglosa cuántos de estos casos han sido telefónicos y el dictamen del Senado tampoco aporta información sobre cuántos casos de extorsión telefónica existen anualmente en el país, es decir, asumieron un argumento sin evaluarlo.

Pero la decisión tomada así, a la ligera, va a impactar a millones de personas en todo el país, pues de acuerdo con cifras del IFT, en 2019 había más de 122 millones de líneas de servicio móvil de telefonía, de las cuales 83.5% (101.8 millones) eran líneas de prepago, 13% (15.8 millones) de pospago controlado y 3.5% (4.2 millones) de pospago libre.

¿Cómo va a afectarnos el Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía?

La reforma establece que en el Padrón deberá inscribirse los datos de identificación de los titulares de todas las líneas móviles de telefonía, por lo que todos tendremos que acudir a la empresa que nos brinda el servicio para entregar la siguiente información sensible: número de línea; nombre completo o razón social; nacionalidad; CURP o número de identificación oficial con fotografía; datos biométricos y domicilio.

A partir de que entre en vigor la reforma, todas las líneas nuevas tendrán que contratarse aportando esta información, pues de faltar alguna, la empresa telefónica no podrá activarla. Para todas las líneas que ya estén activas al momento de entrar en vigor el decreto, los usuarios tendremos dos años para efectuar el registro de nuestra información y datos biométricos, pues después de ese plazo se cancelarán automáticamente las que no se hubieren registrado.

Lo grave es que el IFT y las empresas telefónicas van a concentrar los nombres, identificaciones, huellas dactilares y quizá hasta el rostro y el iris de los ojos, de todos los que tenemos una línea celular, lo que constituye un riesgo gigantesco de fugas de información, suplantación de identidades, y de aumento del delito de extorsión, además de otros delitos como los bancarios cometidos por internet. Proteger esta información requiere sistemas de seguridad informática carísimos, pero ¿sabe cuánto dinero le autorizaron los diputados y senadores de MORENA al IFT para desarrollar este sistema de protección? ¡Ni un peso! ¡Dios nos agarre confesados! ¿Qué puede hacer para evitar esto? Promueva su juicio de amparo. 

Puedes conocer más del autor en su cuenta de Twitter: @CLopezKramsky

 

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