¿Marihuana Legal?

El inicio del proceso de reforma respecto del cultivo y comercialización de la marihuana, es un avance en la lucha pro cannabis para asegurar el respeto a los derechos de los usuarios. Luego de transcurridos más de 3 años de la reforma a la Ley General de Salud que fuera aprobada por el Congreso en abril de 2017, durante la gestión como presidente de Enrique Peña Nieto, y de que el 19 de noviembre del año pasado, el Senado aprobara  el consumo de cannabis con fines lúdicos en nuestro país, mediante la votación de la Ley Federal para la Regulación del Cannabis, el10 de marzo, la noticia en boga fue que con 316 votos a favor, 129 en contra y 23 abstenciones, en un acto histórico para la comunidad cannábica, la Cámara de Diputados aprobó en lo general sus disposiciones.

Este nuevo instrumento jurídico, faculta a las autoridades con competencia al respecto del uso de cannabis, establece que la COFEPRIS será la encargada de autorizar a un laboratorio para realizar pruebas y tendrá el control de la importación, siembra y producción final de la cannabis. Asimismo, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) tendrá 90 días hábiles para adecuar su normativa y a través del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), vigilará la sanidad de la cannabis, mientras que el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS) será el facultado de regular en lo que concierne a éstas.

La Ley Federal para la Regulación de Cannabis, que consta de 55 artículos, tiene por objeto la regulación de la producción y comercialización de cannabis y sus derivados, bajo el enfoque de libre desarrollo de la personalidad, salud pública y respeto a los derechos humanos respecto de los usos legalmente permitidos y sus derivados como son: almacenar, aprovechar, comercializar, consumir, cosechar, cultivar, distribuir, empaquetar, etiquetar, exportar, importar, investigar, patrocinar, plantar, portar, tener o poseer; preparar, producir, promover, publicitar, sembrar, transformar, transportar, suministrar, vender, y adquirir bajo cualquier título.

Aborda el autoconsumo en casa habitación para uso personal con fines lúdicos y producción por asociaciones de cannabis con un mínimo de 2 y un máximo de 20 asociados mayores de edad, estableciendo que es derecho de las personas mayores de dieciocho años consumir cannabis psicoactivo, sin afectar a terceros.

Se especifica también, que toda persona que produzca o distribuya cannabis y sus derivados para su comercialización y venta con fines lúdicos, requerirá una licencia. En cuanto a las infracciones y sanciones, se establece que en aquellos casos en los que una persona esté en posesión de más de 28 gramos y hasta 200 gramos de cannabis, sin la autorización, será remitido a la autoridad administrativa competente, con una multa de entre 60 a 120 veces el valor diario de la UMA.

A pesar de este avance, significativo en la lucha por la legalización y regulación de cannabis, aún deja un tanto que desear las disposiciones en lo que respecta al uso medicinal. En la opinión de expertos, su inclusión en las políticas médicas queda expuesta a lineamientos con un enfoque prohibicionista y pese a que el panorama no es el más adecuado, es cierto que este paso, marca el inicio para un gran camino en muchas materias relacionadas con el uso de cannabis, se asoma un verdadero avance no solo para los consumidores de cannabis lúdico o medicinal, también existe la posibilidad de un desarrollo en la industria y sobre todo se acerca la hora de romper el estigma y preponderar la tolerancia y el respeto hacia la históricamente señalada “hierba mala”.

Puedes conocer más del autor en su cuenta de Twitter: @PaolaRodc31

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