Opinión

Correr después de tener COVID

Javi nos dice que desde su punto de vista el gran reto para regresar a correr es vencer una mala alimentación, control de peso, soportar la fatiga y el dolor de las articulaciones.
domingo, 14 de marzo de 2021 · 07:39

Pisando Fuerte. El corredor recreativo y su mundo

Correr es para divertirse, pasarla bien y en una de esas mejorar la salud. Incluso esos dolores que dejan las cuestas, cambios de ritmo, montañas y las distancias de fin de semana en cada músculo son tan disfrutables y nos mandan la señal de que el cuerpo se mueve, que está vivo y ese fin de semana de distancia lo único importante es hacer esa rutina sean los kilómetros que sean, porque para nosotros es equivalente a una visita a la farmacia por unas tabletas de endorfinas de 500 Mgs, claro… con receta.

Esto lo sabe Javi, él es un corredor incansable y tiene kilos extra de locura a los que el común de los corredores tenemos; por eso, para Javi regresar a correr después de que ha cargado con el COVID por meses ha sido complicado, el impacto de las secuelas en su cuerpo es todavía brutal, a diferencia de algunos contagiados que les ha sido sumamente sencillo salir de este pinche COVID, les basta con pasar dos o tres semanas de aislamiento, se cuidan… pasa el tiempo y reanudan su vida tan normal como antes, eso claro que es lo óptimo y muy bien por ellos; justo así me lo contó por ejemplo mi amigo Juan Carlos, que ahora no deja de correr a menos que las cargas de trabajo se lo impidan. Sé, por ejemplo, de una corredora que le pegó duro el virus, estuvo con oxígeno, pero ya corrió un 21.1K en menos de dos horas y no deja de subir montañas y cerros a corre y corre.

Pero el caso de Javi no ha sido así, seguramente le ha costado extra sus alergias y una rinitis que no lo deja en paz, y para rematar tiene un soplo en el corazón, todo eso además de cargar el COIVD en su organismo de mayo a diciembre del año pasado ya que fue hasta enero de este 2021 que salió negativo.

Fueron meses sin hacer ejercicio, hablamos de un corredor que a sus cuatro décadas suma 45 maratones, que los fines de semana corría los kilómetros que se le antojaran, pero no menos de 20; que su promedio de cada kilómetro era de 4:20 minutos, que entrenaba cada mañana a primera hora… que corría bien y de buenas, pues.

Javi tiene, ya lo decía yo, un ingrediente extra de locura que si lleváramos etiquetas su octágono de mayor advertencia sería: alto en locuras. De los maratones que lleva corridos si bien están los de tres horas también hay de cinco y hasta seis horas, la respuesta es porque si se le ocurría correr un maratón que le llamaba la atención, lo corría y punto. Todavía en marzo del año pasado en la Expo del Maratón de Los Angeles compró los tenis conmemorativos de la 35 edición de esta carrera y los estrenó en ese maratón!!!; así, con tenis nuevos sin usarlos se lanzó por lo que fue el último maratón en el mundo que se corriera de manera presencial en la era COVID.

Ahora, carga con dolores que describe como insoportables, con su condición física mermada al menos en un 50% y con las secuelas de una fatiga típica del COVID que en las etapas más complejas es un golpe a la quijada ya que “te pesa hasta hacerte algo de comer… y naturalmente de lo que menos tienes ganas es de salir a correr”, me cuenta Javi y añade que otro síntoma es el dolor de las articulaciones y desde luego los problemas para respirar.

Así, tras duros meses totalmente incapacitado para correr, nos dice que desde su punto de vista el gran reto para regresar a correr es vencer una mala alimentación, control de peso, soportar la fatiga y el dolor de las articulaciones, trabajo de acondicionamiento físico y ejercicios de respiración por una fibrosis pulmonar que le dejó el COVID.

“Decidí empezar con caminatas que por mucho eran de 3K en esos pocos kilómetros sientes el dolor de pecho y en la noche el dolor es diferente al del maratón, nada más fueron 35 o 40 minutos caminando, pero el dolor es como si hubiera corrido un maratón trail, amanecía muerto y sin ganas de trabajar”.

Así que inició con mucha disciplina: trotar un día sí y uno no; “determiné correr por tiempo sin importar distancia, de 40 45 minutos, hay días que parece que estás recuperado, pero solo unos kilómetros… son un espejismo”.

Javi ya lleva cinco semanas así y con orgullo nos dice que se va recuperando, pero claro “sin acercarme a lo que yo corría, no he pasado de los 15K, lo máximo han sido 12.5K y paro porque ya no puedo, el cuerpo ya no da más metros, regreso a correr con un programa, para mí es necesario para trotar postCOVID, y una de las cosas más importantes es no frustrarte, seguir una y otra vez”.

Finalmente nos cuenta su vida de corredor empezó con una carrera de 10K, “no me gustaba correr, esa carrera la hice en un marzo y para agosto de ese año corrí mi primer maratón; así nada más, sin haber corrido un fondo, lo máximo fueron 15K… pensé inocentemente que, si se podía correr 10k, pues 40K eran fáciles. Ese maratón lo lloré, lo sufrí, lo batallé y pasando la meta lo amé y me dije: lo quiero hacer ene cantidad de veces en mi vida, de ahí para acá empecé con dos maratones al año, y una época corrí 10 maratones en un año”.

Este es Javi, corredor recreativo que a diferencia de miles de mexicanos logró sobrevivir al COVID, a mí no me cabe duda: Javi va a regresar a correr como lo hacía, espérenlo en la meta… porque va a llegar, lo aseguro.

Sigue a Javi en Twitter en @Javi_Metal_27

Para ver: La soledad del corredor de fondo. Es una de las primeras películas sobre corredores, es de 1961 y yo encuentras en YouTube, ahí la vi yo y la encuentras en español, doblada y en inglés. Es una historia basada en el libro de relatos de Alan Sillitoe, lo publicó en 1959, la historia se desarrolla en Nottingham de la zona de los obreros de los años cincuenta. Me dices qué te parece!!

 

Puedes conocer más del autor en su cuenta de Twitter: @gdlpedro

 

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