Opinión

El video del presidente

Los opositores de AMLO prefirieron irse con la voz estruendosa del rumor malintencionado. No estuvo intubado y tampoco tuvo una embolia.
lunes, 1 de febrero de 2021 · 09:00

Actos de poder


Los rumores acerca de la salud del presidente, luego de que él mismo anunció que se había contagiado de COVID, llegaron a límites que pudieron provocar riesgos mayores para la estabilidad del país.

Mensajes en Twitter, en WhatsApp y Facebook en los que se especulaba si el presidente López Obrador tenía o no COVID. Alertas de que el tema de la mala salud del presidente era una embolia.

Varios días corrieron para que los rumores malintencionados, en los que casi todos aseguraban tener una fuente confiable de Palacio Nacional, hasta que el mandatario apareció en un video.

Si bien es cierto que en las últimas semanas se ha debatido la posibilidad de “reglamentar” a las redes sociales, que parece dejaron de ser benditas, lo que queda claro es que al personaje al que sí le sirven las redes para comunicarse con seguidores y detractores es al presidente López Obrador.

El video en el que el mandatario recorre la zona donde despacha en Palacio Nacional, acalló los rumores y dio tranquilidad a los mercados financieros y a sus seguidores. Los opositores al régimen volvieron a fallar en sus cálculos cuando grillaron con la enfermedad del presidente en lugar de acogerse al interés público y de seguridad nacional que representa el estado de salud de López Obrador.

Dirán que la opacidad es una práctica recurrente en este gobierno, pero la oposición no encuentra, ni en este asunto ni en otros de la vida pública del país, cómo generar un impacto en la sociedad que les permita verse como una opción real de contrapeso.

Un video le bastó a López Obrador para calmar las aguas, mientras que la oposición -incluso unida para disputarle la Cámara de Diputados- no tuvo el talento de articular un mensaje en que se incluyeran los buenos deseos por la mejoría en la salud del presidente y exigieran informes claros y contundentes de cómo había ocurrido el contagio, de qué forma estaban lo estaban tratando y en que nivel de gravedad se encontraba. Prefirieron irse con la voz estruendosa del rumor malintencionado. No estuvo intubado y tampoco tuvo una embolia.

Dos lecciones 

Primero, si bien los opositores a López Obrador están ganando espacios en las redes sociales, aún no tienen la habilidad del presidente para comunicar con efectividad. Segundo, Se quieren subir a las redes sociales descuidando las calles y las plazas. Ahí es donde se gana la credibilidad, lo que viene luego en las redes sociales, es consecuencia de aplicar la estrategia de las tres “s”: suela, sol y saliva.

La Letrina. ¿Cómo acallar rumores, desde el gobierno, para que no se difunda información falsa y malintencionada? En el caso del contagio del presidente López Obrador se me ocurre que, con información clara y precisa de su evolución proporcionada por un vocero con credibilidad, el equipo de médicos que lo atiende, por ejemplo, y no figuras políticas o encargados de otras tareas en el gobierno. La información debe dar certezas y, en el caso del contagio del presidente, debe ser puntal, objetiva y de primera mano desde el primer momento.

Puedes conocer más del autor en su cuenta de Twitter: @Fercoca

 

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