Opinión

El grito homofóbico: una moda difícil de disipar

La selección mexicana de fútbol recibió su 17ª sanción por utilizar el grito homofóbico.
jueves, 4 de noviembre de 2021 · 18:39

Es bien sabido que dicho grito solía ser una tradición en la Liga Mx, cuando un portero despejaba para salir, la tribuna gozaba de realizar este grito que, su única finalidad era realizar un adjetivo al guardameta rival, añadiéndole competitividad y sazón al encuentro, o eso al menos es lo que se creía.

Actualmente, tanto la FIFA como la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) han prohibido el grito de forma tajante, debido a que en el mundo y, sobre todo en México, no estamos preparados y no contamos con la suficiente cultura para utilizar dicho término, porque apuesto a que el 90% de la población desconoce los significados de cada una de las groserías que empleamos en nuestro lenguaje.

Sin embargo, este término normalmente ha sido utilizado para insultar a las personas con diversas preferencias sexuales, lo cual es nefasto y muestra carencia en su madurez.

No es ningún secreto que esta palabra no es la única que ha tratado de disiparse en el balompié mexicano, debido a que alrededor del mundo, cada país mantiene una lucha constante con insultos de índole racista y homofóbico (tal y como lo hemos observado en Inglaterra, donde la agresión a hombres de color es constante).

Por dichas razones, la selección mexicana recibió el lunes pasado la 17ª  sanción correspondiente a este tema, la cual implica un monto de 109,800 dólares, de acuerdo con información de EL ECONOMISTA.

Esta sanción, sumada a las otras 16, representa un monto acumulado de 13.7 millones de pesos mexicanos, cantidad que tal vez, con todo el dinero que entra y sale de la Federación, no es una molestia significativa, pero si deja mucho de qué hablar respecto a la mentalidad y educación que prevalece en México, es decir, el tema de siempre en el país.

Además, no solo se le sancionó con una multa, sino que la FIFA impuso dos partidos sin la entrada de aficionados para los encuentros contra Costa Rica de 2022 y ante Panamá el 2 de febrero.

La verdadera incógnita no es el porqué la afición tricolor no puede dejar de gritarlo, pues sabemos que sin importar el número de sanciones todo se resume a dos castigos: dinero y partidos sin afición (lo cual no es menos, ya que sabemos que la pasión en las gradas también gana partidos), pero lo que sigue sin detonar verdaderamente es un castigo o acción que tenga un impacto positivo en los hinchas, pues la advertencia de sancionar a México con puntos o con alguna posición en algún torneo sigue siendo un mito.

Por otro lado, adoptar la posición de mártires no es correcto, ya que todos alguna vez hemos utilizado esta palabra con alguna finalidad, pero el secreto es saber en dónde, cuándo y con quién, ya que sea cual sea la intención, el significado es el mismo.

Cabe aclarar que esto no es para incitar a la población a que la utilice, pero, consientes de que todo México conoce su uso, es extremadamente complejo sacarla del lenguaje coloquial.

Es casi imposible decir que esta palabra algún día saldrá del vocabulario coloquial u ofensivo, pero debemos entender que al final es un instrumento de agresión y violencia, elementos que sobran y se desbordan lamentablemente en nuestro país.

Si ya contamos con ambas cosas en cada lugar del país, ¿por qué traerlas a un deporte que une a diversas personas?

Esperemos que estas acciones desaparezcan, o que de verdad, por más doloroso que sea para ustedes y para mí, sea aplicada una sanción de eliminación de alguna competencia e incluso de un mundial.

Puedes conocer más del autor en su cuenta de Twitter: @RichardSB05

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