Chicago

Amante del Buen Comer®

Me gusta pensar que las ciudades, como los humanos, tienen personalidad. Así por ejemplo, hay lugares viejos, nostálgicos, en los que parece que hablamos con un abuelo sentado en su sofá; hay otras que son tan dinámicas que parecen adolescentes; otras que son un treintañero en su apogeo y otras que son más maduras, interesantes y llenas de vida. Sin duda alguna, un buen ejemplo de esta última es Chicago, una de mis favoritas de los EEUU y, podría decirlo, del mundo.

Chicago es una ciudad llena de magia y energía. Su mezcla cultural y los acontecimientos históricos que la preceden, hacen a esta ciudad diferente a la mayoría de las ciudades americanas. En Chicago uno puede deleitarse con increíbles museos, partidos de diferentes deportes con buenos equipos, espacios abiertos para conciertos, arte y entretenimiento, y por supuesto, deleitarse con una diversidad de cocinas capaz de saciar a cualquier comensal.

Tuve la oportunidad de volver a esta hermosa ciudad para correr su medio maratón (la cual también fue una grata experiencia) y a pesar de que el régimen alimentario es más estricto cuando se está a horas de la competencia, no negaré que me di mis escapadas para poder agasajarme con sus restaurantes, de los cuales aquí les platicaré de algunos y en una siguiente entrega de otros tantos más. La oferta es vastísima y el espacio pequeño.

Michael Jordan’s Steak House 

Sin duda alguna uno de mis favoritos de la Ciudad es este. No solo porque su propietario es uno de mis ídolos de la vida, sino porque así como fue de bueno en el basketball, también lo es la cocina de su restaurante. Cómo su nombre lo dice, la especialidad del lugar son los cortes de carne. En esta ocasión compartimos un la especialidad de la casa, un espectacular MJ’s Prime Delmonico, 16 onzas de jugosa carne con añejamiento de 45 días bañado en una salsa de jengibre y balsámico, este manjar acompañado de otro igualmente exquisito, un filete mignon maravilloso que agasajaba en cada bocado. Igualmente es de destacar que las guarniciones y panes también valieron toda la pena. En general, puedo decirles que los términos fueron muy precisos, la atención fue maravillosa y el precio es bastante amable para lo que representa. Un imperdible.

Giordano’s Pizza 

Uno de los platillos representativos de Chicago es la pizza deep dish (o traducido al español, la pizza de plato hondo). La influencia italiana en la Ciudad fue tan bien recibida que tuvo eco en la cocina local, generando este platillo, único, majestuoso y delicioso. La característica fundamental de esta pizza es justamente su grosor, el cual es aproximadamente de 5cm en los que el queso es el actor principal. Esto hace que, al cortar una rebanada, el queso “se desborda” por los lados, dejando ver también el resto de los ingredientes de la pizza. En esta ocasión pedimos una pizza de pepperoni que nos deleitó hasta el último bocado. No hay forma de visitar Chicago y no comer esta barbaridad.

The Purple Pig 

Un restaurante que se ha ganado uno de los lugares como favorito en esta ciudad es el famoso Purple Pig. Con un concepto casual, galardonado en múltiples ocasiones, incluido en 2010 como uno de los “10 mejores restaurantes de EEUU”, el plato principal es, como su nombre lo indica, el cerdo. Si bien hay otras opciones en la carta, opté por lo tradicional y pedí un inigualable pork belly, glaseado con jengibre y acompañado de tiernas zanahorias, que de la mano de un Cabernet Sauvignon, fue un placer al cuerpo capaz de dejar sin habla al momento de probarlo. Definitivamente de lo mejor que he probado en mucho tiempo.

Con la idea de dejarlos con ganas de más y previendo el espacio que tengo, hasta aquí dejaré mis líneas por esta ocasión, invitándolos a leer mis siguientes líneas para continuar charlando de la ciudad de los Obama, de Oprah Winfrey y de los famosos Chicago Bulls.

¡Buen provecho!

Amante del Buen Comer®

Puedes conocer más del autor en su cuenta de Twitter: @adelbuencomer

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