Opinión

Los riesgos mundiales 2021 ante los síntomas y secuelas persistentes del COVID

En el contexto actual de crisis por pandemia, de democracia en EU y económica y sanitaria ¿qué riesgos puede esperar el mundo?
miércoles, 13 de enero de 2021 · 15:39

Por Stephanie Masetto García
Twitter: @MasettoPhanie

En el contexto actual: una pandemia, la puesta en duda de una democracia en EEUU, una de las más grandes crisis económica y sanitaria, la nevada jamás antes registrada y las consecuencias que conlleva esto, se pudiera pensar que los gobiernos y líderes de los mismos, trabajarían de la mano como sucedió después del 11 de septiembre o en la crisis financiera de 2008. Aunque estos eventos no se equiparan en escala a la actualidad, sí existió un orden geopolítico alineado y donde EEUU, fue políticamente funcional, se esperaría que, EEUU pudiera restaurar la previsibilidad en una de las crisis más grandes, sin embargo, no es así. Cuando el país más poderoso, enfrenta grandes retos a nivel interno, desempleo y desconfianza sobre la eficacia y modelo político, entonces, ¿qué riesgos puede esperar el mundo?

El primero es el presidente electo Joe Biden y la polarización doméstica que enfrenta, ya que las consecuencias de no tener límites en la guerra de partidos, que se intensificó con lo sucedido en el Capitolio, se puede extender más allá de fronteras. Su desafío más grande es arreglar y revitalizar el orden global, reafirmar el liderazgo estadounidense en asuntos internacionales y asegurar el tipo de participación bipartidista en la política exterior. Asimismo, la tecnología digital se plasma como tema crucial sobre la mesa. A pesar de las diferencias entre partidos, ambos convergen en defender a sus empresas y evitar las tarifas por parte de Europa y, detener el creciente desarrollo de China en este tema.

Por otra parte, el COVID19 no ha dejado de ser un riesgo desde su aparición. Aunque cada vez es más optimista el escenario de llegar a la normalidad con la vacuna, la realidad es que la lucha de los países por responder económicamente (que, para algunos ha sido errónea), así como, lograr el cronograma adecuado de la vacunación ha sido muy compleja. La alta deuda pública generada, las políticas desalineadas y el desbalance en presupuestos y en empleo formal, son factores que no se pueden ignorar, así como el respaldo de la demanda con base en una estabilidad en precios por parte de los bancos centrales será una tarea fundamental que no todos los gobiernos lograrán. La pandemia obligó a los bancos centrales a inyectar gran liquidez, por lo que, se debe hacer frente a la recesión de 2020, la gran deuda y las delgadas redes de seguridad social. Si bien, algunas regiones o países se favorecerán de financiamiento de algunos fondos (FMI o Fondo de Recuperación Europeo) los países más afectados serán los emergentes cuya capacidad de adquisición de vacunas es muy costosa y tardía. Esto sólo disminuirá el crecimiento global y la recuperación desigual llevará a una inestabilidad política.

Con la nevada en España, el cambio climático no puede ser ignorado y es un riesgo para el mundo. Las empresas están creando nuevas políticas para mitigarlo. En 2021, el clima pasó de un adolescente de cooperación global a un niño de la competencia global. La política será decisiva para limitar los aumentos de temperatura a 2°C por encima de los niveles preindustriales existentes.

Otro de los más grandes riesgos es para Europa con la salida de Merkel, una de las mejores líderes tras 15 años como canciller. Quién logró un fondo de recuperación de 750,000 MEUR para fortalecer el multilateralismo y la unión entre sus estados miembros. Sin embargo, su salida traerá muchos desafíos: la intensificación de restricciones de bloqueo en varios países; estados con espacio fiscal que no impulsarán una fuerte recuperación; la aceleración del gasto del fondo de recuperación, así como la capacidad del mismo para satisfacer todas las demandas en términos de su propia política interna.

Por último, LATAM y su desfavorecida posición frente al coronavirus y la vacuna. Su principal debilidad es la política con próximas elecciones legislativas (México y Argentina) y presidenciales (Ecuador, Perú y Chile). Para estos países el deterioro fiscal ha sido significativo y el gran aumento del gasto para contrarrestar el impacto de la pandemia también. Los altos niveles de descontento social debilitarán a los titulares y abrirán las puertas a candidatos populistas. Si Medio Oriente es calificado como el gran perdedor en la crisis del COVID19, América Latina es el segundo.

Ante la ausencia de un liderazgo global la economía se pone en primer plano y se dejan de lado los modelos económicos, estándares comerciales y una arquitectura sólida internacional a seguir. Este 2021 se caracterizará de respuestas económicas a los síntomas persistentes del COVID19 y a su cicatriz tan marcada de deuda y mal manejo de políticas. A pesar de un leve desvanecimiento de la pandemia y una lenta recuperación económica, la geopolítica y la recesión, se intensificarán como resultado.

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