Opinión

¿Y los más de 2 mil servidores públicos del INAI, el IFT y la Cofece?

Los servidores públicos de los organismos autónomos están en un panorama de incertidumbre en sus condiciones laborales, en especial los sueldos. 
lunes, 11 de enero de 2021 · 15:11

Sobre la mesa
Twitter: @gerardohdz_p

La absorción que plantea el Gobierno Federal de tres organismos autónomos pone en incertidumbre a más de 2,000 servidores públicos, tanto en condiciones laborales como en la misma estabilidad en el empleo. 

En el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), organismos autónomos que quiere absorber Andrés Manuel López Obrador en la Administración Pública Federal, trabajan 2,635 personas. 

El propio presidente aseguró que, en caso de lograrse esta absorción, no se realizará ningún despido. Sin embargo, la realidad podría ser muy distinta para los trabajadores de estos organismos al pasar a formar parte de la nómina del Gobierno Federal. 

En el 2021, el presidente López Obrador percibirá un sueldo 112,222 pesos. En estricto sentido, en la Administración Pública Federal nadie puede ganar más que el presidente y los presupuestos de las dependencias están sujetos a la política de austeridad. Algunos organismos autónomos han logrado sostener sueldos superiores a la remuneración del titular del Ejecutivo a través de amparos, pero este recurso perdería efecto si las instituciones pasan a ser parte del gobierno federal. 

En el IFT y la Cofece hay al menos 10 tipos de posiciones con un salario por arriba de lo que percibe el presidente. El INAI es el único organismo autónomo con sueldos por debajo de lo que gana Andrés Manuel López Obrador. 

Los sueldos superiores a la remuneración del mandatario del país plantean una encrucijada. A los servidores públicos de los organismos autónomos sí se les podría reducir su sueldo al formar parte de la Administración Pública Federal, pero esta acción sería violatoria de la propia Ley Federal de Trabajadores al Servicio del Estado y al mismo tiempo, de la Constitución, pues viola el sentido de progresividad de los derechos humanos.

Los servidores públicos de los organismos autónomos están en un panorama de incertidumbre en sus condiciones laborales, en especial los sueldos. 

Pero eso no es todo, la estabilidad en el empleo es un punto en el que tampoco hay certeza. Entre los órganos reguladores, hay organismos con autonomía Constitucional -como el INAI, el IFT y la Cofece- y existen otros con autonomía operativa, pero que son parte de la Administración Pública Federal y, por lo tanto, están sujetos a la política de austeridad del gobierno; uno de esos casos es el de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), en donde se ha reducido casi la mitad de su personal debido a los recortes presupuestarios. 

¿Un gobierno caracterizado por endurecer cada vez más las medidas de austeridad, podrá garantizar el presupuesto que hoy tienen los organismos autónomos que les permiten emplear a 2,635 personas? 

Andrés Manuel López Obrador no se siente cómodo con los órganos autónomos y es justo por ello, por su autonomía Constitucional. Aunque el mandatario no lo quiera reconocer, no conjuga con la idea de que existan instituciones donde no tenga una injerencia total. 

Como todo en la vida, hay cosas que se pueden mejorar. Los organismos autónomos son perfectibles, pero lo ideal sería buscar su fortalecimiento. Estos órganos existen para garantizar derechos humanos de los mismos mexicanos, la desaparición es un error. 

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