Actos de poder
La imagen de Lía Limón con la nariz sangrante no es para nada signo de civilidad política. Tampoco lo es que a quienes cogobernaran la ciudad se les trate como si fueran reventadores, porros o miembros de la banda de Toledo, el diputado chileno mexicano que anda por Santiago paseando su impunidad.
Nos guste o no, los alcaldes electos de la Ciudad de México tienen el respaldo de las urnas. Los ciudadanos les dieron a los candidatos ganadores de MORENA, del PAN, del PRI y del Verde, un mandato que deben cumplir. Para eso, deben tener relación con los poderes Ejecutivo, que encarna Claudia Sheinbaum y los con los del Legislativo que trabajan el Donceles.
Podrán decir que son electos, que no tienen funciones y que deben esperar a que llegue el día de que asuman la responsabilidad, pero eso no quita que quienes nos gobernarán no tengan de comenzar a gestionar con la jefa de Gobierno y los diputados, en funciones y los que llegaran a la Segunda Legislatura, el cómo gobernar sus demarcaciones.
El gobierno de la Ciudad de México está perdiendo la cordura. Han reprimido a jóvenes mujeres que se manifiestan por las desaparecidas; las han encapsulado y gaseado.
A la oposición, al parecer, también la quieren encapsular pues la máxima autoridad de la ciudad no los recibe y ya hasta los magullan.
La nariz rota de Lía Limón no puede ser el ejemplo de cómo se comportará el gobierno de la capital del país con la oposición.
¿El golpe a Lía Limón es una señal para la clase media que no voto por MORENA?
El gobierno de la ciudad ha dicho que no fueron ellos los que golpearon a la alcaldesa electa, sin embargo, una declaración del secretario de Gobierno da pistas de cómo se gobernará la ciudad: para entrar a un edificio que sea recinto de gobierno, sea el ejecutivo, el legislativo y habrá que ver sino el judicial hay que echarle un telefonazo al secretario de Gobierno, Martí Batres.
No importa que Donceles sea la sede del legislativo, un poder autónomo del legislativo, él dice que si le hubieran llamado, él mismo dejaba entrar a los alcaldes que no son de MORENA al recinto legislativo.
Ahora hay que ver si las resoluciones que busca imponer MORENA en el extraordinario pasan y si, como dicen los alcaldes, les restan atribuciones y, de esa manera, autoridad.
La Letrina. La Buena: hay paridad en la integración de la Cámara de Diputados, 250 mujeres, 250 hombres. La Mala: ninguna mujer es parte de la Junta de Coordinación Política ni coordinadora de sus partidos. La Peor: No se ve que el patriarcado machín las deje presidir las principales comisiones del legislativo, a pesar de ese 50/50.
Puedes conocer más del autor en su cuenta de Twitter: @Fercoca
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