Opinión

No son conservadoras, son mujeres exigiendo justicia

martes, 8 de septiembre de 2020 · 16:11

Twitter: @YessUrbina

El pasado viernes, colectivas feministas y madres de hijxs desaparecidos tomaron la sede de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) exigiendo justicia y atención por parte de la institución a cargo de Rosario Piedra Ibarra. Durante estos días, la respuesta por su parte ha sido el lanzamiento de diversos comunicados pidiendo entendimiento y cuidado al patrimonio de las instalaciones, pero en los hechos no se ha visto verdadera voluntad de dialogar con las víctimas.

Resulta indignante que la institución a cargo de velar por la garantía de derechos humanos esté actuando de esta forma. Primero, no podemos olvidar las circunstancias bajo las que Rosario Ibarra llegó a este cargo, ahora sumemos que el papel de la CNDH ha estado desdibujado y bajo posturas poco determinantes ante los agravios de las víctimas. Y sigue empeorando, pues en días pasados, las ocupantes de las instalaciones exhibieron cortes de carne y quesos costosos dentro de las bodegas, ¿por qué ese dinero no está usándose para las víctimas? Ellas mismas tienen que pagar sus gastos de traslado para dar seguimiento a sus casos y muchas vienen del interior de la República.

Es inaceptable que antes de poner en el centro la atención de las víctimas, se pida cuidado a las instalaciones, dejando en evidencia que no carecen de compromiso y empatía por el dolor de las víctimas cuyos derechos se siguen agraviando. Es indignante que el presidente se atreva a tacharlas de conservadoras y a decir que no está de acuerdo con que se pintaran cuadros de personajes históricos, sin antes preocuparse por las hijas violadas, asesinadas y desaparecidas, incumpliendo las promesas que hizo a las madres de lograr justicia.

El presidente y la CNDH se niegan a ver que son mujeres exigiendo justicia, que fueron víctimas de hechos trágicos en un Estado sumido en la violencia e impunidad.

No se trata de la oposición conservadora, ni de un partido político o periodista que considere sus adversarios. Se trata de grupos de mujeres que no han sido capaces de atender y que son más importantes que cualquier pintura, pared o inmueble gubernamental. Una vez más, se nos demuestra que estamos ante un Estado que no actúa ni se duele de los feminicidios de 11 mujeres al día y que no prioriza la búsqueda de personas desaparecidas.

Las colectivas y mujeres que están resistiendo son ejemplo de la lucha feminista que el presidente se esfuerza por ignorar, dejando de lado que afecta a miles de familias en todos los rincones del país. Pero ya no más, cuando la institución a cargo de acompañar a las víctimas deja de funcionar, sucede lo que ahora atestiguamos: las víctimas se adueñan del patrimonio y de la legitimidad que les corresponde. ¿De qué nos sirve una CNDH que no vela por la lucha de las víctimas y que prefiere preocuparse por su inmueble y priorizar la compra de comida gourmet en un país donde predomina la violación sistemática de derechos? ¿Qué están haciendo la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, la Secretaría de Gobernación, la Fiscalía General de la República y las demás dependencias involucradas? ¿Por qué no hay avances ni resultados?

Que la CNDH sea ahora la Casa de Refugio “Ni Una Menos” nos llama a todas y todos a reflexionar y actuar y luchar contra la violencia de género que, en lugar de reducirse, continúa aumentando sin que se tomen cartas en el asunto. Aquí no hay intereses políticos ni conservadurismo, hay una

demanda legítima de seguridad y justicia que exige un Estado a la altura de las circunstancias y que, además, cuenta con recursos para replantear y poner en marcha un plan de trabajo con perspectiva de género que realmente busque atender el problema de raíz.

Estamos hartas del gobierno indiferente ante las muertes y violencia que sufrimos las mujeres. Nos acuerpamos y cuidamos entre nosotras, pero no permitiremos que se nos siga agraviando, se tomará y quemará todo lo que sea necesario. No estamos solas.

Si te interesa ayudar a las compañeras que se encuentran en la Casa de Refugio, aquí puedes consultar cómo:

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