Opinión

2021

domingo, 6 de septiembre de 2020 · 19:38

Twitter: @UZETASUM

El 2021 ya está aquí. Este lunes 7 de septiembre, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) sesiona para el arranque formal del proceso electoral federal 2020-2021, con lo que dará el banderazo de salida a todas las actividades para las elecciones del 6 de junio de 2021.

En esos comicios podrán votar cerca de 95 millones de ciudadanos, para elegir a las personas que habrán de ocupar más de 21 mil cargos de elección popular. Este proceso electoral será el más grande realizado hasta la fecha, pues estarán en juego 15 gubernaturas, 500 escaños en la Cámara de Diputados federal y la renovación de congresos locales y ayuntamientos en 30 entidades del país.

La importancia del proceso electoral 2021 la determina el hecho de que, por primera vez en la historia democrática del país, habrá elecciones concurrentes en los 32 estados. Se prevé la instalación de 168 mil casillas, en las que estarán trabajando un millón y medio de funcionarios de casilla que serán instruidos por 55 mil capacitadores. Además de los candidatos, electores, representantes, autoridades y observadores; todo ello la convertirán en la elección más grande, más compleja y por ende más cara de la historia.

El telón de fondo de estos cruciales comicios es la pandemia del Covid-19, la crisis económica que pegará con fuerza el próximo año y el golpeteo constante del presidente Andrés Manuel López Obrador al INE.

El Poder Legislativo perdió la oportunidad de fortalecer las reglas y de avanzar en el uso de la urna electrónica. Será la autoridad electoral a quién como siempre le toque gestionar el presupuesto e implementar las medidas necesarias para garantizar la legalidad de las elecciones y la salud de los ciudadanos, tareas en las que la cooperación del gobierno será crucial.

El costo de la democracia electoral siempre ha estado en el centro del debate público y, en esta ocasión, todos debemos estar conscientes de que, ante la pandemia del Covid-19 las elecciones serán más costosas.

Y toda la lógica del presupuesto federal para el 2021, y las acciones del gobierno de la 4T estarán enfocadas a mantener el poder en estos comicios que, en los hechos, representan la antesala de lo que será la batalla por la presidencia en el año 2024.

En ese sentido, el accionar el presidente López Obrador ha sido muy evidente. Los motores que pretende utilizar para impulsar a los candidatos de Morena, su partido, son: el combate a la corrupción y los programas sociales de su gobierno.

En el primer rubro, AMLO le apuesta a que el caso Lozoya le dé la gasolina suficiente para mantener el tema de la corrupción en el centro del debate nacional. Y en el caso de los programas sociales, su gobierno hará todo lo que esté en sus manos para hacer llegar una enorme cantidad de dinero público a millones de personas que apostaron por su proyecto de gobierno en el 2018.

Falta ver si el caso Lozoya y el dinero para sus programas sociales le alcanzará para paliar los terribles efectos de la pandemia, que se han traducido en una grave crisis económica para millones de familias mexicanas.

El tema de quitar el fuero al presidente de la República y la consulta para llevar a juicio a los expresidentes, son también piezas del rompecabezas que López Obrador ya comenzó a armar para mantener el control del poder en el 2021 y más allá. Esa es, su principal prioridad.

Las opiniones vertidas en la sección de Opinión son responsabilidad de quien las emite y no necesariamente reflejan el punto de vista de Gluc. 

Otras Noticias