Opinión

La dictadura de los datos

miércoles, 30 de septiembre de 2020 · 15:13

Twitter: @LuisHuRRa

El pasado 27 de septiembre el motor de búsqueda favorito del planeta Google cumplió 22 años de haberse puesto en circulación y que para sorpresa de muchos se volvería un referente obligado en materia de desarrollo tecnológico y crecimiento económico. Pero ¿cómo Google en cuestión de años desbancó a motores a los motores de búsqueda que llevaban años dominando el mercado y eran los favoritos entre los internautas? Empresas como Microsoft, Yahoo, Apple o Netscape serían infinitamente superados por la recién nacida Google.

La respuesta a esta interrogante es aparentemente es sencilla pero también requiere de explicación más abundante, el éxito de Google se debe precisamente a que sus creadores decidieron emplear una serie de códigos o formulas matemáticas mejor conocidas como algoritmos para mejorar la experiencia de los usuarios en cuanto efectividad. El uso de algoritmos tuvo como consecuencia búsquedas más exactas de todo aquello que los usuarios teclearan. La información se volvería interminable y se pondría por vez primera en ejecución el concepto que autores como Manuel Castells, Negroponte, o Scolari formularon a hablar que Internet sería el medio de comunicación que permitiría la construcción de una sociedad del conocimiento, en donde todos sus usuarios accederían a información inagotable.

Sin embargo el ideal de estos destacados especialistas se vendría abajo porque los algoritmos no pretendían en ningún momento construir sociedades más informadas o más criticas sino más bien están diseñados bajo un esquema de negocio, al ofrecer al el usuario la idea de haber encontrado lo que busca, y con ello pretender que el usuario decida volver, y no sólo eso sino que también recomiende entre sus conocidos la efectividad de este buscador.

Este ingrediente sería tan eficaz que en pocos años Google desbancaría a los otros buscadores los cuales basaban su operatividad en presentarle al usuario sólo las direcciones electrónicas que tenían registradas en su base de datos a semejanza de un directorio de números telefónicos, el cual es basto pero no infinito. Así es que si un usuario decidía hacer una búsqueda, existía una gran probabilidad de no lograr tener éxito y con ello esta acción no produciría el placer que produce encontrar aquello que se desea o anhela.

Sin percatarnos, Google ha ido cambiando la forma en que usamos internet, porque este buscador sería la puerta de entrada para todos aquellos que desean conocer nuevas cosas y por supuesto encontrarlas. Este suceso relativamente sencillo ha generado que al satisfacer este estimulo, los usuarios decidan volver. En teoría los usuarios tendrían un mundo de información al alcance de sus manos.

Sin embargo el modelo Google era otro, más bien basado en un esquema económico que se traduce en 2 elementos: tiempo y persuasión. El primero de ellos es que tras lograr que los usuarios pasen más tiempo en sus ordenadores producto del éxito de sus búsquedas, Google logró que muchas personas comenzaran a informarse por vía de este espacio, la información sería vista como un producto, y está estaría disponible en el momento que el usuario deseará.

Y el segundo momento va de la mano de la persuasión, y se da justo cuando el buscador logra convencer al usuario que la información que el busca es la que él desea, precisamente en este paso es donde el algoritmo hace el truco para lo cual fue creado y consiste en hacerte creer que la búsqueda que estas realizando es la que tú deseas, cuando muchas veces esa búsqueda responde a razones de paga por parte de empresas o usuarios que desean que sus productos o servicios aparezcan en los primeros lugares del motor de búsqueda. Con ello Google sólo te estaría presentando su realidad, con ello alterando el comportamiento de las personas, las cuales consideran que por estar en Internet debe ser verdad o funcional.

El esquema que aplicará en sus inicios Google, sería la base de la gran mayoría de las distintas plataformas digital y redes sociodigitales. Y justamente el gran reto que actualmente enfrentamos es que dichos algoritmos son los que en muchas ocasiones están tomando las decisiones que nosotros deberíamos tomar. Por ello es valido preguntarse, ¿el aumento de ciertas conductas o estados de animo son producto del hombre o son producto de la nueva dictadura que silenciosamente se está desarrollando?

Las opiniones vertidas en la sección de Opinión son responsabilidad de quien las emite y no necesariamente reflejan el punto de vista de Gluc. 

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