Opinión

Del BOA a los 650

viernes, 25 de septiembre de 2020 · 14:57

Twitter: @HigueraB


El pasado 9 de junio, durante uno de los cientos de representaciones mañaneras que ha realizado el presidente L-Obrador en su mandato, el jefe del ejecutivo federal mostró al mundo lo que, desde su perspectiva, era la prueba indiscutible de la gran conspiración en su contra: el plan del BOA (Bloque Opositor Amplio).

Tras este evento dijo que este tipo situaciones política debían ser del dominio público los planes que buscaban acelerar el fin de su sexenio a través de votaciones en el 2021 para eliminar la mayoría de MORENA en el Congreso de la Unión y por medio de una consulta para la revocación de su mandato en 2022.

Corte a…

17 de septiembre pasado aparece un desplegado en varios medios nacionales, que de acuerdo con varias versiones fue impulsado por Héctor Aguilar Camín, reuniendo las firmas de 650 escritores, intelectuales, cineastas, científicos, politólogos y empresarios culturales exigiendo que se detenga el asedio a la libertad de expresión por parte de la presidencia de la república.

Tras este evento, el presidente de la república tronó desde el púlpito mañanero que los “abajofirmantes” del desplegado constituían un grupo que “siempre apoyó la política neoliberal y ahora se sienten ofendidos cuando deberían ofrecer disculpas porque se quedaron callados cuando se saqueó al país, y luego es demostrable que ellos eran bien atendidos por el Gobierno”.

Acto seguido las redes sociales pro AMLO se volcaron en acusarlos de monopolizadores de la opinión pública, reuniendo a todos en una sola categoría deleznable para atacarlos con todas sus fuerzas.

El presidente promovió, a través de una carta tipo Change.org, una especie de consulta anti desplegado y reunió 30 mil firmas para demostrar la mala fe con la que, afirma, actuó un pequeño grupo resentido.

Entonces…

En poco más de tres meses el señor que encabeza el Estado Mexicano ha cambiado radicalmente su reacción ante dos documentos que critican su trabajo y el de su gobierno.

El primero, que muchos calificaron de conspiración antidemocrática, planteaba emprender acciones para sacarlo del poder a él y su partido, como si se tratara de sendos corchos de sidra.

En el BOA se mencionaban empresas, medios de comunicación, políticos, intelectuales, instituciones electorales y hasta de la Coparmex. En otras palabras, se enumeraban casi todos los personajes, organismos o instituciones que han sido críticos ante su gestión o que representan un contrapeso en ámbitos claves, como es el electoral.

Sin embargo, hasta el mismo mandatario lo trató como una guasa y se reía del plan. Pidió paciencia a sus opositores, que si hubieran sido reales conformaban un grupo de poder considerable, para que intentaran sacarlo en 2022, por medio de un mecanismo de democracia directa, la revocación de mandato.

Sin embargo, el buen humor, la guasa y el cotorreo no fueron la estrategia ni el tenor de los comentarios cuando se dio a conocer el desplegado de los 650.

Contra ellos se orientaron las baterías de las redes pro 4t, el poderío simbólico de la presidencia en forma de carta -que además también criticaba a las OSC´s como si fueran parte del mismo paquete- y se exigió disculpas a los firmantes por el crimen de haber trabajado, vivido y operado bajo el régimen neoliberal.

¿Por qué ocurrió este cambio?

No hay material específico para poder emitir un juicio definitivo, pero podemos establecer algunos indicios para construir un escenario altamente probable.

Para comenzar, se comprobó que b. Además, el mismo presidente evidenció la falsedad del mismo, al declarar que no sabían de donde vino y que le hacía gracia develar cosa así.

En el caso del desplegado de los 650, la autenticidad fue tan evidente que hasta se usó como argumento descalificativo, al generarse la falacia que “si venía del fundador de Nexos debía, tenía que ser una manipulación y un movimiento de un grupo que secuestraba la opinión pública”.

En segundo lugar, el número y velocidad de deslindes por parte de los supuestos participantes fue apabullante. El apresuramiento en declarar que no formaban parte de una conspiración que alcanzaba al INE y al TEPJF fue pasmosa.

En cambio, la gran mayoría de los 650 refrendaron su firma y adhesión al desplegado a través de posts o tuits y establecieron posturas más allá de lo dicho en el desplegado. En otras palabras, se estableció que un importante grupo de destacados mexicanos con proyección nacional e internacional tiene una posición altamente crítica ante las acciones de nuestro presidente, a la par que llaman la atención de un problema en su ejercicio de gobierno.

Sin embargo, para alguien como yo que se dedica a la comunicación y el análisis, lo más llamativo va más allá del desplegado y se ubica en el presidente y su estrategia de comunicación.

Uno de los más poderosos bastiones de Andrés Manuel López Obrador ha sido su manejo de la comunicación y el control de la agenda mediática a través de sus conferencias mañaneras y sus dicharacherías con excelente sentido de oportunidad.

El cambio de actitud de junio a septiembre nos indica que dicha fortaleza se está erosionando rápidamente. Ya no impone la agenda, otros empujan los temas y él usa su espacio matinal para defenderse y contraatacar.

No solo los 650 han puesto esto en evidencia, también las maromas para justificar las acciones posiblemente ilegales de la no rifa del avión, la descalificación de Cárdenas tras su salida del IDEP, los exabruptos ante las portadas de Reforma que lo han llevado a olvidarse de los chistes para pasar al insulto claro, sonevidencias de esta crisis que la política de comunicación social presidencial atraviesa.

“Pasquín inmundo” y “pidan disculpas” probablemente sean recordadas como el punto de inflexión de su control y dominio de la discusión pública. Se han tocado fibras sensibles al interior de la coraza obradorista, algo que hasta ahora era impensable.

El modelo de la sobreexposición del líder opositor convertido en presidente se encuentra en crisis. Sin embargo, no hay indicios claros de que vaya a cambiar su proceder, si os atenemos a la tozuda necedad del primer mandatario.

Los vientos del cambio mediático se sienten, como evidenciaron los 650, y cada vez más actores políticos y sociales lo ven.

El segundo acto está por iniciar…

#InterpretePolitico

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