Opinión

Duda legítima: ¿por qué protesta Frena?

martes, 22 de septiembre de 2020 · 12:01

Twitter: @JesusFraRom

El surgimiento del Frente Nacional Anti-AMLO buscó abrazar a la nueva oposición descarriada. Sus primeros intentos de protesta, desde sus cómodos vehículos, no surtieron efecto. Bajo consignas que cada día se desgastan más, como la que versa que México está cada vez más cerca de Venezuela, el movimiento ha causado más risas que análisis.

Su agenda es poco clara

Envalentonados por Gilberto Lozano, un político-empresario neoleonés que asegura el presidente Andrés Manuel López Obrador es un peligro para México y “sustentado” por el artículo 39 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que, más menos, dice que el pueblo manda a sus gobernantes y está en poder y deber de exigirles. Incluso la renuncia.

Hay que decirlo. Cualquier manifestación para exigirle al gobierno en turno que haga mejor su trabajo es más que válida. Incluso necesaria. Esta, pudo haberlo sido. Sin embargo, carece de una agenda clara. Circulan videos de gente gritando que odian a López Obrador y se refieren a él como perro. También, su más reciente incursión en la agenda de movilizaciones de la Ciudad de México, donde llamaron a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, soviética, quedó marcada por un falso plantón del que han circulado más memes que recogido opiniones sobre sus exigencias concretas al gobierno de la Cuarta Transformación. "Se quedaron por ahí en la Guerra Fría, se les olvidó que se cayó el muro de Berlín, que la Unión Soviética ya no existe", atinó a decir Sheinbaum.

Pero… ¿por qué protestan?

En dos años de gobierno, el presidente ha buscado una línea de comunicación directa con el ciudadano. Todos los días rinde informes del trabajo realizado. En materia de corrupción canceló una polémica y obra a sobreprecio como el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Emilio Lozoya, encargado y designado por el expresidente Enrique Peña Nieto para saquear a Pemex, está en la cárcel y se espera haya un maxiproceso que lleve a prisión a grandes personajes de la política nacional.

De igual manera, hay que decirlo, los programas sociales han llegado de manera directa a los pobres. Esos desfavorecidos que estaban sujetos a dádivas condicionadas por un voto. Tampoco las inversiones se han ahuyentado. Tampoco se han expropiado empresas. En pocas palabras, no hay una cubanización de México, término que muchos detractores del actual gobierno han utilizado para justificar su rechazo a políticas públicas que están encaminadas a acabar con privilegios y una distribución inequitativa del presupuesto.

No olvidemos los programas Jóvenes Construyendo el Futuro; las becas Benito Juárez o la implementación de programas culturales que buscan alejar a niños y jóvenes de conductas nocivas. También, que se elevó a rango constitucional el acceso a programas sociales.

Queda un largo tramo por recorrer. No podemos negar que venimos arrastrando décadas de cleptocracia. Venimos arrastrando décadas de un compadrazgo IP-Gobierno, donde los beneficios se buscan para unos cuantos.

Esta nueva forma de protestar, solo porque “es un presidente diferente”, solo deja ver la falta de ideas y propuestas que hay en la “nueva oposición”.

Hoy, esos 50 millones de mexicanos que comienzan a resentir un cambio podrían dar fe en algunos años que la transformación sí llegó. Al tiempo.

Ojalá que los seguidores de Frena encuentren una razón legítima para protestar y entiendan lo que significa ser oposición.

Las opiniones vertidas en la sección de Opinión son responsabilidad de quien las emite y no necesariamente reflejan el punto de vista de Gluc. 

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