Por nuestra salud, vamos por especialistas certificados

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La certificación del médico especialista tiene como fin otorgar al paciente la certidumbre de que su doctor cuenta con las habilidades, destrezas, aptitudes y su actualización en el conocimiento científico y tecnológico de la rama médica de su especialidad. De aquí la importancia que todos los médicos estén certificados, dado que el bien jurídico a tutelar con la certificación es la atención de la salud de la población. 

Hay evidencia científica que valida la asociación entre la certificación profesional y la calidad de la atención médica. Por ello, existe en la Ley General de Salud -LGS- (artículos 81, 83 y 272 Bis) la obligatoriedad de certificarse desde septiembre del año 2011, lo que ha permitido certificar o recertificar a 148,688 médicos especialistas, y con certificación vigente de los últimos 5 años a 111,569 hasta enero de este año.

La certificación de las especialidades médicas se inició en 1963 por la Academia Nacional de Medicina de México, con los médicos anatomopatólogos. En 37 años se formaron, como asociaciones civiles, los 47 consejos de las ramas de la ciencia médica y con la participación de las academias Nacional de Medicina de México y Mexicana de Cirugía de las que soy miembro y en 1995, se constituyó el Comité Normativo Nacional de Consejos de Especialidades Médicas  -CONACEM-. 

Desde su origen, la certificación fue un acto voluntario para el médico especialista; no obstante, los principios éticos y el reconocimiento de su calidad académica fueron los principales impulsores de la consolidación, año con año, de esta garantía en Ley para la sociedad, incorporando además al CONACEM, como un organismo auxiliar de la Administración Pública Federal para certificar la capacidad de los médicos especialistas.

Desde el 25 de marzo de 2015, la Secretaría de Salud emitió los Lineamientos a que se sujetarán CONACEM y los consejos de especialidades médicas, especificando los requisitos para la certificación y recertificación y los términos para las mismas, a cargo de los consejos de cada rama médica.

El Poder Judicial también ha intervenido respecto de los efectos jurídicos de la certificación de las especialidades, toda vez que hubo inconformidades de terceros que se tradujeron en demandas de amparo de 36 universidades públicas y privadas. El acto reclamado consistió en que la recertificación transgredía la autonomía universitaria. La Suprema Corte de Justicia de la Nación -SCJN-, negó el amparo y protección de la justicia federal.

Otras demandas de amparo aludían a que las reformas a la LGS transgredían el derecho a la libertad de trabajo, estableciendo la SCJN jurisprudencia en el sentido de que no hay tal transgresión y finalmente, la SCJN publicó una tesis en la que dictamina que el grado de especialista en cirugía plástica y reconstructiva y el de maestría en cirugía estética no son equiparables.

Cabe enfatizar que los médicos destacados que participan en los Consejos para Certificar en las 47 especialidades y 77 subespecialidades existentes hasta hoy, lo hacen de manera filantrópica y voluntaria, sin recibir ninguna contraprestación, con la visión clara de su importancia para mejorar la calidad de la atención de los mexicanos.

De hecho, algunos médicos que se ostentaban como especialistas en algunas ramas médicas inexistentes en los curriculums universitarios y sin residencias médicas, demandaron incluso ante la Comisión Federal de Competencia Económica -COFECE- que la CONACEM y los consejos de especialidad constituyen un monopolio. La COFECE desestimó la actividad monopólica referida por los demandantes, señalando además que las actividades de certificación no tienen fines de lucro. 

Le recomiendo amable lector, verifique que su médico esté certificado y que su certificación esté vigente -se renova cada 5 años-. Puede consultarlo aquí con el nombre y especialidad de tu médico o médica. 

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