¿Para cuándo el T-MEC?

Twitter: @JOHN_OLIVERA

Uno de los factores importantes en el sistema económico del país es el consumo. Por lo que cada día que pasa toma mayor relevancia la intervención de este factor en la vida cotidiana de la ciudadanía, sobre todo en las actividades del Estado. Razón por la cual, es fundamental replantear las estrategias financieras en sus diferentes niveles para colocar en el lugar preciso una nueva ruta que permita construir un mejor futuro para los mexicanos.

¿Cuál es la pertinencia del T-MEC en esta nueva etapa económica?

Cobra mucho sentido el nuevo tratado comercial trilateral, ya que se actualizaron acuerdos en los que cada Estado focalizó sus intereses en otras naciones. De esta manera, están buscando recolocar los ejes prioritarios de sus economías. Para el caso de México es indispensable enfatizar las estrategias comerciales en la productividad nacional e impulsar el mercado mexicano en el mercado mundial.

Contamos con la capacidad productiva -mano de obra calificada- para potencializar nuestra economía frente a dos Estados comerciales fuertes, es decir, a través de los sectores públicos y privados, en conjunto con industriales, podremos construir un esquema macroeconómico potencial a corto, mediano y largo plazo. No debemos caer en el optimismo, sino en el realismo que, de alguna forma u otra, nos brinde certidumbre en todos los sentidos.

Por tal razón, el tratado trilateral juega un papel vital en nuestro sistema económico. Hoy en día es un excelente momento para invertir en distintos rubros, con el único inconveniente de que es un riesgo máximo para las pequeñas y medianas empresas, en contrario sensu con las condiciones que tienen las grandes empresas o las trasnacionales, las cuales no presentarían afectaciones relevantes, ya que cuentan con el capital suficiente para asumir estos riesgos.

¿Tenemos oportunidades de recuperación económica?

Sí, y todo dependerá de las acciones que emprendamos como nación. De acuerdo con las declaraciones del Secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Arturo Herrera Gutiérrez, durante la presentación del Proyecto de Presupuestos de Egresos de la Federación 2021, mencionó que la caída del PIB será aproximadamente del 8 por ciento, pero que el crecimiento económico del país se estimaría sobe el 4.6 por ciento; lo cual, resulta una afectación directa a la economía al no alcanzar los niveles de 2019.

Tomando en cuenta la contingencia sanitaria y sus repercusiones, no se puede justificar la falta de crecimiento económico, pero sí se debe actuar con cautela y precisión en cuanto a definir estrategias internas que permitan impulsar el consumo interno, ya que esto es un factor fundamental para el fortalecimiento de la economía y del mercado mexicano.

Es una mentira que en el 2021 se podrá hacer una comparación de crecimiento económico. La realidad es distinta, ya que no se le puede llamar “crecimiento” hasta no recuperar los niveles de crecimiento que teníamos.

Por lo menos en los últimos años. Porque se debe ser claro. El mayor crecimiento económico en las últimas décadas fue del 6.6 por ciento. Por lo que este porcentaje debe ser nuestro referente para decir con orgullo “estamos creciendo”.

Reflexión

Nuestro país debe prepararse para cultivar y practicar la cultura financiera que dé pie a mejorar las condiciones económicas de la sociedad en general. Comprar productos mexicanos es una de las formas de apoyar a la economía nacional para su crecimiento, desarrollo y fortalecimiento.

Esto es responsabilidad del Estado. Me refiero a gobiernos, ciudadanos, trabajadores y empresarios. Los factores de la producción no son enemigos, sino aliados que tienen objetivos que convergen en sentidos amplios. Si se trabaja con armonía, igualdad y equidad; voy a pecar de optimista, pero podríamos llegar a ser una gran potencia mundial. Con voluntad y disciplina se llega al éxito.

Urge elaborar los esquemas comerciales para que se active la productividad del país. De esta forma, se comenzarán a entrelazar los mercados nacionales con el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá. Prioricemos el consumo interno y fortalezcamos la economía nacional a través de la producción mexicana. Todos unidos.

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